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baloncesto en silla de ruedas - División de Honor

Pablo Beiro, el sexto jugador

Dedicarle el título a su fallecido presidente será la motivación del Amfiv en la Challenge Cup

Envó intenta robar el balón a un rival en la final de la Brinkmann, perdida en As Travesas en 2006. // FDV

Nuevo asalto del Amfiv a un título europeo y como organizador por tercera vez. El club vigués ejercerá de anfitrión en la fase final de la Challenge Cup del 27 al 30 de abril. Es la cuarta competición continental, por debajo de Champions Cup, André Vergauwen Cup y Willy Brinkmann Cup. A sus rivales los conocerá el 12 de marzo, cuando las fases clasificatorias decida el reparto de equipos entre todos los torneos. En la mente de los olívicos, un reto tan deportivo como sentimental: brindarle a su desaparecido fundador, Pablo Beiro, ese éxito que tantas veces acarició y nunca pudo disfrutar.

El Amfiv fue un asiduo de los torneos europeos en la década pasada. Entre sus logros figuran tres subcampeonatos de la Willi Brinkmann en 2006, 2008 y 2010, cayendo en esas finales ante Stefano, Padova y Valladolid. En este evento fue además tercero en 2005. También compitió en la Andre Vergauwen, quedando octavo en 2007 y sexto en 2009. Su última aventura más allá de los Pirineos data de 2011, en la entonces conocida como Euroliga-1, que concluyó en quinta posición. Desde entonces la directiva optó por renunciar a jugar en Europa, por primar la viabilidad económica de la entidad. Y cuando intentó organizar una fase, todavía con Pablo Beiro vivo, no consiguió reunir los apoyos financieros necesarios.

Lo ha logrado ahora su sobrino y sucesor en la presidencia, José Antonio Beiro, que a las anteriores citas europeas asistió en funciones de todo tipo, las que ha ido desempeñando en el club desde que era niño: mecánico, segundo entrenador, jefe de expedición... La Federación Internacional de Baloncesto en Silla de Ruedas les concede la organización en atención a la gran labor del Amfiv cuando ha ejercido de organizador. Su bajo puesto en el escalafón, tras tantos años de ausencia, solo les permitía aspirar a la Challengue Cup. Beiro reconoce que puede ser el camino más corto hacia el título, horizonte cegado en España. "El Fundosa, en cuatro temporadas, ha perdido un partido. Tanto en Liga como en Copa es imposible. Y este año el Albacete ha construido un equipo para competir. Será un mundo de ellos dos. El resto, a pelear por la tercera plaza. Ese será el éxito".

También el Amfiv se ha reforzado muy bien. Regresa Agustín Alejos, plata en los Juegos de Río, y con él llega su mujer Shelley Cronau, internacional australiana. El tercer fichaje, el inglés Abdi Jama, bronce en Río y campeón en Londrés 2012, está reconocido como el mejor punto bajo del mundo. "Equipo tenemos este año. Lo bueno es que está muy compensando. Creo que vamos a darles guerra", augura Beiro.

Es consciente de que el papel de anfitrión comporta una responsabilidad difícil de gestionar. "No es lo mismo estar jugando en un pueblo donde no te conoce nadie que la presión de pifiarla en casa, ante la familia, los amigos y la afición, porque nosotros siempre hemos llenado el pabellón cuando hemos organizado una competición europea. Todos los jugadores están curtidos en la guerra. Pero alguno se siente presionado por ganar". Lorenzo Envó, Julio Vila y Berni Costas sufrieron las tres derrotas en las finales de la Brinkmann. "Sí que lo hemos comentado y lo trabajaremos a lo largo de la temporada. Alguno ve que puede ser su última oportunidad de levantar un título. Pero nosotros, como club, no presionamos a los jugadores".

En eso mantiene la filosofía de su tío, que falleció en febrero de 2015. El actual entrenador, César Iglesias, recuerda que apenas llevaba un mes en el club cuando dirigió su primer partido europeo con el Amfiv en Polonia. Perdieron de cuarenta. Pablo Beiro se le aproximó.

- Olvídate de esto y vete a tomar una cerveza-, le dijo el presidente.

"Es la importancia que le daba Pablo a las cosas", recuerda José Antonio. Sin embargo, él sí se toma a pecho dedicarle una gesta a su amado tío: "Me quedó la pena de que Pablo, en 33 años en el club, no consiguiese ningún título. Creo que sí que se fue con la espinita clavada. Y cuando volvió a intentar organizarla en Vigo, no se pudo, un año en que sí se podía haber conseguido algo. Se merece el título, aunque sea póstumo".

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