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El futuro del club olívico

Cuatro expresidentes temen por el futuro del Celta en manos chinas

Horacio Gómez, Ignacio Núñez, Elías Alonso y Antonio Vázquez expresan su inquietud por la operación en marcha

Elías Alonso Riego. // R. Grobas

Cuatro expresidentes del Celta ven con "mucha preocupación", "sorpresa", "pena" y "enfado" la operación de venta del club vigués a un grupo empresarial chino. Con diferentes matices, Horacio Gómez, Ignacio Núñez, Elías Alonso Riego y Antonio Vázquez lamentan que la entidad pueda pasar a manos de un grupo inversor ajeno al sentimiento indentitario que la entidad representa desde hace casi un siglo para Vigo y Galicia y sospechan que los futuros gestores darán prioridad a la rentabilidad económica sobre el beneficio social y deportivo de la institución.

Horacio Gómez (1995-2006)"No es bueno para el club, la afición y el sentimiento que representa"

Uno de los más críticos con Mouriño es su predecesor, Horacio Gómez. "Lo vivo con la preocupación de que se está tratando a un club que lleva casi cien años representando a Vigo y a Galicia como si fuese una mercancía. No me gusta nada. Él es el dueño y puede hacer con sus acciones lo que quiera, pero no creo que sea nada bueno para el club, para la afición y para el sentimiento que representa", señala Gómez. "El sentimiento de identidad y el cariño hacia el club que tenemos los celtistas no lo van a tener [los compradores]. Al final no deja de ser un grupo empresarial que tratará de rentabilizar su inversión", subraya. "Esto es un negocio que busca rentabilidad".

El presidente celeste entre 1995 y 2006 rechaza que esta venta tenga algo que ver con la que él mismo formalizó con Carlos Mouriño. "Él tenía la ilusión de ser presidente del Celta desde niño y siempre pensé que el día que se fuera lo dejaría en manos de su familia o de empresarios de la zona o al menos de Galicia, pero luego los tiros han ido por otro lado", apunta Gómez, que califica la operación como "una pura transacción mercantil". Al exdirigente céltico le llama la atención que en el nuevo logotipo corporativo del club desaparezca la palabra Vigo y sospecha que esto es un signo de que la operación viene fraguándose desde hace ya bastante tiempo, sin contemplar otras alternativas. "Es una operación fea y falta de sentimiento que muestra lo que este hombre quiere al Celta: nada".

Ignacio Núñez (1991-95)"La sorpresa no es la compra, sino el importe que se va a pagar"

Más comprensivo hacia la decisión de Mouriño y elogioso con su gestión se muestra Ignacio Núñez. "Ha sido una sorpresa para todo el mundo enterarte de la noche a la mañana que el Celta va a pasar a manos de señores de otra nacionalidad, pero es algo que está de moda en el fútbol español", observa. "No sé qué han podido ver en el Celta para comprar el club por las cifras que se manejan. Es una sorpresa enorme. Me preocupa el futuro aunque los tiempos han cambiado y el tema de los sentimientos se valora menos que el dinero. Preferiría que el Celta siguiese en manos gallegas, pero es lo que hay porque las cifras de las que se está hablando son un barbaridad", añade el exdirigente, que considera "imposible" una alternativa liderada por empresarios locales.

Ignacio Núñéz elogia la gestión y la astucia empresarial de Carlos Mouriño: "La sorpresa no es la compra sino el importe que se va a pagar. Felicito a Mouriño: sacó al Celta de una situación económica muy grave, gestionó muy bien las compras y ventas de jugadores, ha construido una sede y logrado arreglar el estadio y ahora vende el club por una barbaridad. La verdad es que es para sacarse el sombrero".

Elías Alonso Riego (1980-82)"Estoy enfadado, se ha tratado al Celta como un negocio"

Elías Alonso Riego, que presidió el club en los difíciles tiempos del descenso a Segunda División B, acoge la venta "con gran preocupación" y rechaza, en el fondo y en la forma, cómo se está llevando la operación. "Estoy muy enfadado porque se está tratando al Celta como un negocio", asegura el ex dirigente, que precisa: "Esto no viene de ahora, sino que se está fraguando desde hace tiempo, por lo menos seis meses, y se está llevando a cabo sin tener en cuenta al resto de los accionistas. Solo se les va a informar cuando la venta sea un hecho consumado, sin posibilidad de explorar otras alternativas. Este tema se debía haber tratado y aprobado en la junta de accionistas, pero se les ha dejado de lado.".

Recuerda Alonso Riego que el plan de viabilidad del Celta fue posible gracias un concurso de acreedores "muy favorable para el club pero muy perjudicial para muchos acreedores y pequeños proveedores, que asumieron una quita monstruosa y ahora no van a ver un céntimo de una venta millonaria". Destaca igualmente el expresidente celeste que los ejemplos de otros clubes españoles que han pasado a manos de dueños foráneos, como el Valencia, el Granada o antes el Alavés han tenido una gestión "desastrosa, que no invita precisamente al optimismo."

Antonio Vázquez (1973-77)"Mouriño está en su derecho de vender, otra cosa es a los chinos"

Antonio Vázquez rechaza también que el club pase a manos externas. "El presidente está en su perfecto derecho de vender, otra cosa distinta es que el Celta se va a quedar en manos de unos señores que son chinos y no tiene nada que ver con Galicia. Que es legal, por su puesto; que es ético, bien, porque el que hace una inversión busca una rentabilidad, pero habría que haber procurado, al menos de alguna forma, dejarlo en Galicia", opina Álvarez, que matiza: "Yo creía que el Celta era una sociedad anónima deportiva sin ánimo de lucro, pero se ve que no es así". Vázquez recuerda, finalmente, que el alcalde prorrogó durante 30 años la cesión de Balaídos pensando que el club no iba a pasar a manos extranjeras.

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