Espanyol y Villarreal cosecharon un empate sin goles, sin apenas ocasiones ni excesivo fútbol en Cornellà-El Prat, con mayor intensidad del anfitrión en la mayoría de tramos del encuentro, aunque sin la efectividad suficiente para desequilibrar.

El guión pudo ser distinto si el árbitro hubiera señalado un penalti sobre Caicedo en el minuto 70, la acción más polémica del choque.

El conjunto amarillo suma ya ocho visitas sin perder en el feudo blanquiazul, mientras que los seguidores pericos todavía no han celebrado una victoria en casa en este curso.