Justo empate en Merkatondoa tras un encuentro equilibrado, donde las defensas se impusieron con claridad y se pudo ver a dos sistemas ofensivos que no tuvieron su tarde más clarividente, precisamente. Los vigueses jugaron un partido muy ordenado en lo táctico y se llevaron el botín que venían a buscar a Merkatondoa, un cero a cero que les permite sumar a domicilio. Cuarto empate en la temporada para la escuadra de O Vao, que se pone con siete puntos.

Estella no era un campo para salir a un ataque alocado, sabedores los verdes del buen funcionamiento del Izarra cuando juega ante su parroquia. Las condiciones del campo no fueron en esta oportunidad una sorpresa para los visitantes, así que el Coruxo supo maniatar muy bien las intentonas de los navarros en la media hora inicial.

Como resultado, apenas hubo acercamientos de peligro a las dos porterías. El Izarra tenía más el esférico, pero no acababa de conectar ese último pase ni hallar ese hueco en una defensa viguesa que bordeaba la perfección.

Mucho orden en las líneas y en la ubicación de un Coruxo que permitió a su cancerbero vivir una primera mitad bastante tranquila.

En la reanudación, el control de los navarros se acentuó, dando un paso hacia adelante en busca de la meta defendida por Alberto. El primer susto acabaría en el fondo de las mallas después de un remate de Pito, pero el colegiado invalidó la jugada por fuera de juego.

El control era de los estelleses, pero también el Coruxo comenzaba a germinar contragolpes con el esférico en su poder, pensando en la posibilidad de un cero a uno en una buena llegada. Y casi llegó, con la expedición verde pidiendo un penalti sobre Kike en el área local que el trencilla riojano no concedió pese a a las protestas de los jugadores y el cuerpo técnico.

El siguiente susto sería para el cancerbero Alberto, cuando Pito habilitaba a Galán y el jugador blanquiazul marraba una clarísima oportunidad de gol. Parecía que el encuentro se animaba por momentos, ya sin tanto corsé táctico y con unos y otros moviendo el esférico con más espacios y con más elementos por delante de la línea que marcaba el esférico.

Así, en una fase de ida y vuelta llegaría una buena oportunidad para los visitantes, salvando Aitor Navarro al enviar a córner un esférico que se colaba. Pero mayoritariamente, el control y las ocasiones iban cayendo del bando estellés.

Los de Merkatondoa tuvieron el uno a cero a su alcance cuando Pito probaba un lanzamiento lejano que no encontraba la recompensa. A los pocos instantes, en un balón colgado el testarazo de Briñol volvía a llevar el ¡uy! al graderío. Por fortuna, no entró.

En los minutos finales, el Coruxo se encerró en su parcela para defender el punto ante el asedio de un Izarra que abusó quizás de los balones bombeados a la desesperada. El encuentro se fue consumiendo entre la impotencia local y ese "otro fútbol" que los de Rafa Sáez acabaron dominando a las mil maravillas hasta concretar el empate y el punto. Un buen botín.