Beñat Etxebarria, con una impresionante volea, dio el triunfo al Athletic en San Mamés ante el Rapid de Viena (1-0), una victoria con la que el conjunto vasco recupera opciones en un grupo F con los cuatro equipos empatados a tres puntos tras dos jornadas.

Beñat enganchó una tremenda volea al borde del área tras una dejada de Raúl García en la que Iker Muniain impidió el despeje a un rival antes del excelente zapatazo del centrocampista vizcaíno, que ha comenzado la temporada en estado de gracia.

Aunque fue esa la que marcó el resultado final, el partido tuvo otra jugada estelar. Una acción en el tiempo añadido de la primera mitad en la que el árbitro, el francés Tony Chapron, primero concedió gol de Iñaki Williams, que inició la jugada en fuera de juego; después pitó un penalti sobre Aritz Aduriz que no había existido; y finalmente, siempre tras conversación con dos de sus asistentes, dio el balón al equipo austríaco.

A pesar de lo escueto del resultado, el 1-0 final hizo justicia a los mayores méritos del Athletic, que gozó de varias ocasiones claras de gol ante un Rapid que apenas inquietó.