Los franceses Kevin Gameiro, como pasador, y Antoine Griezmann, como goleador, solventaron un triunfo por insistencia del Atlético de Madrid (1-0) contra el muro resistente que planteó el Deportivo, en inferioridad numérica toda la segunda parte y sólo doblegado en el minuto 70. Hasta ahí aguantó el conjunto coruñés, con un hombre menos por la expulsión por doble amarilla de Fayçal Fajr en la última jugada del primer tiempo, y hasta ahí no respiró el equipo rojiblanco, primero apagado por el ejercicio defensivo rival, después frustrado por un sensacional German Lux y finalmente aliviado con el merecido 1-0 y una victoria que le acerca a dos puntos del liderato.

Así dribló el Atlético una tarde problemática. Primero por el rival, un Deportivo ajustado tácticamente, que al principio manejó ratos de presión alta a la salida de balón rojiblanca, un incordio para el conjunto local, y después mucho repliegue, un enredo para el equipo madrileño, sin vías para abordar el gol.

Imposible por el medio, forzado a las bandas, siempre con más de un jugador rival al acecho, en el sistema de ayudas que planteó Gaizka Garitano, y contenido al principio cada vez que proponía ataque a unos metros del área contraria, al Atlético le costó de inicio un mundo irrumpir en el área con la pelota bajo su control.En 20 minutos, ni una sola ocasión; cinco después, en un arrebato incontrolable para su rival, cuatro oportunidades. Un tiro cruzado de Griezmann, otro de Gaitán, una acción de Filipe Luis y una más de Giménez. Una demostración de ambición, pero sin gol ni desborde.

No se había acercado con peligro el Deportivo en todo el primer acto pero tampoco el Atlético, impreciso, había logrado una constancia en el ataque sobre la meta del El primer disparao que lanzó, al minuto de la reanudación, terminó en gol anulado por fuera de juego a Griezmann. Y ahí sufrió ya el Deportivo, asfixiado y encomendado a los enormes reflejos de de Lux: sacó dos a Carrasco y una milagrosa Correa. También tuvo una el Dépor; un balón que merodeó el gol hasta que lo despejó Lucas Hernández.

Sublime el portero visitante, insistente el Atlético y media hora por delante de ofensiva rojiblanca, de un partido reducido ya al área del Deportivo; una pared de diez hombres que lo rechazó todo, cada tiro, cada centro, pero condenada a una falta desenlace que fabricaron entre Gameiro y Griezmann en el minuto 70.