El deporte vigués dedicó ayer un sentido homenaje a Paco Araújo, el gran presidente del Bosco Celta, fallecido el pasado día 29 de febrero. Navia fue el centro neurálgico de una jornada de recuerdo a la labor que desarrolló durante dos décadas en la directiva celeste -al principio como hombre fuerte de Gómez Carballo- y sobre todo a su extraordinaria humanidad.

La emoción estuvo ayer a flor de piel en el pabellón de Navia, minutos antes del inicio del encuentro entre el Celta Zorka y el Perfumerías Avenida, que era el acto central del memorial. El palco provisional que se habilitó en el pabellón a pie de pista se quedó pequeño para darle cabida a tantos amigos que quisieron estar presentes en el día de su homenaje. Allí se citaron el director xeral de Deportes de la Xunta, Lete Lasa, el alcalde de Vigo y su concejal de Deportes, el diputado provincial David Regades, el consejo de administración del Real Club Celta con su presidente Carlos Mouriño al frente, exconcejales de deportes como Xabier Domínguez o Santi Domínguez; por supuesto el presidente de la Federación Gallega de Baloncesto y su directiva, exjugadoras, exentrenadores, en definitiva, un grupo que tenía un nexo de unión, Paco Araujo. Y como no podía ser de otra manera, en primera fila sus hijos, Marga, Rubén y Diego.

La tarde ya comenzó con los sentimientos al límite, cuando jugadoras de las categorías inferiores del Celta recogieron en el centro de la cancha los trofeos conquistados en la etapa de Paco Araujo como presidente y los trasladaron a la mesa, a pie de pista, en la que Paco se sentaba siempre entre sus amigos de la prensa. Porque Paco era así, si al pabellón acudía cualquier patrocinador o responsable de la ciudad, cualquier directivo ejercía de anfitrión menos Paco, que quería tener libertad para animar a sus jugadoras y, por qué no, presionar a los árbitros con sus protestas.

Detrás de los trofeos un panel con el cartel del memorial, y por detrás, en la grada, una gran pancarta con la leyenda "Sempre Paco", con el escudo y el nombre del Real Club Celta.

La tarde seguía plena de emociones, y los hijos de Paco recibieron el cariño, no solo del pabellón, sino de los clubes e invitados al acto. Carlos Álvarez, sucesor en la presidencia del Celta, les hizo entrega de un obsequio; el Perfumerías Avenida les entregó una camiseta firmada por las jugadoras, recibiendo posteriormente obsequios de la Xunta y Concello de Vigo, quienes también les hicieron entrega a los equipos participantes de unos obsequios por su participación en el memorial.

Los actos acabaron con un profundo y respetuoso minuto de silencio, que concluyó con una gran ovación por parte de los aficionados que acudieron en un gran número al pabellón de Navia. Posiblemente lo de menos fuera el partido entre el Celta Zorka y el Perfumerías Avenida, pues el objetivo era rendir homenaje a un presidente, a un amigo.

En el descanso del partido llegó el momento del sorteo de los regalos: un balón firmado por las jugadoras del Celta Zorka, una camiseta firmada por todas las jugadoras del Perfumería Avenida de Salamanca, otra de la selección firmada por Laura Nicholls, otra por Alba Torrens, jugadoras que no pudieron acudir al memorial, pero que quisieron estar presentes con ese regalo.

Además, el club rindió homenaje a las jugadoras de la selección nacional que militan en el Perfumerías Avenida y a los dos miembros del Celta Zorka que este verano obtuvieron medalla con las categorías inferiores, Mario Muñoz y Raquel Carrera.