TQué penica, de verdad.

Si mi casa es Zaragoza, mi casa deportiva es Vigo. El Celta siempre ha sido mi club. Me lo dio todo. Aquello no era un club, era una familia. La acogida desde el primer momento fue distinta a los demás. Era lo que hacía grande al Celta. Conseguimos títulos importantes, pero el trato con las jugadoras era espectacular.

Lo hemos dado todo por el club, pero porque ellos también lo daban todo por nosotras. Recuerdo que iban a operar a mi padre del corazón. Nosotras jugábamos unos play offs contra el Lugo. Paco me dijo: "Te vas con tu padre". Hasta que no salió de la UVI no volví, cogí el avión, jugué el partido y ganamos. Llame a mi padre desde la pista. Paco ni lo dudó. "Si no sale de la UVI, te quedas allí". No hay palabras. Ese era el club, ese era Paco, su esencia.

Paco ha sabido adaptarse a las situaciones. No quería endeudarse con nadie. Ha sido muy cumplidor. Cuando pasó lo de bajar a Segunda habló conmigo. Le dije que me parecía muy sensato. Muchos otros clubes salían a competir y luego dejaban a deber. Paco era un tío que cumplía lo que decía. Por eso el Celta tuvo el éxito que tuvo. Todo el mundo quería jugar allí. No te ofrecía 10 y luego fallaba, te ofrecía 2 y daba 2. El ambiente que creó no se puede pagar.