No es casualidad que sean varias las jugadoras que han pertenecido al Celta en varias etapas. Como Valero o Mujanovic, también Noemí Jordana quiso repetir experiencia. Un jovencita meritoria entre 2000 y 2004, entre 2009 y 2011 ostentó galones. "No puedo ir al homenaje porque tengo la final de la Lliga Catalana. Me hubiera encantado", se lamenta. "Tengo un recuerdo muy bueno de Paco. Hablábamos años después de ya no estar yo en Vigo, por Navidades y ocasiones especiales, al menos un par de llamadas al año".

Confirma la seriedad como directivo de Paco, cómo le agobiaba cualquier retraso en los pagos, aunque fuese por el retraso en las subvenciones. "Cuando el equipo bajó, el club me debía dinero. Y me llamaba constantemente. Yo le decía: "Paco, de verdad, si algún día necesito dinero para comer, te lo pediré. Pero deja de preocuparte y agobiarte por esto. Yo me espero". Él lo pasaba muy mal con esto". Y elogia su decisión de descender a Liga 2: "Tener la conciencia de decir que conviene bajar hasta que la situación mejore, no sé si hay alguien más que lo haya hecho. Tantos clubes han desaparecido dejando a deber. Esto dice mucho de él. Era honesto".

Jordana, que juega en Girona, cuenta cómo conoció su muerte: "Mi madre lo leyó. Automáticamente llamé a Carlos Colinas, que tenía el teléfono apagado. Hablé con Cris Cantero, me contó. Con estas cosas que son de sorpresa te quedas en shock. No lo podía creer. Y no quiero ni imaginarme cómo estarán en Vigo. Paco era el club. Chapó por la gente que ha dado un paso adelante para que el club siga adelante. Es el mejor homenaje que se le puede hacer".