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baloncesto - Memorial Paco Araújo

En la riqueza y en la pobreza

Araújo resucitó junto a Carballo el Celta glorioso y lo reconvirtió para sobrevivir a la crisis

Las jugadoras celebra en O Berbés su victoria sobre el Halcón Viajes, en la Liga de 1999. // Cameselle

José Manuel Gómez Carballo fue el "culpable" de que Paco Araújo llegara al Celta femenino. Su relación profesional -Paco era asesor de empresas- se convirtió en una relación de amistad. Carballo vio en él a un aliado clave para reescribir la historia del baloncesto femenino de Vigo. Ambos habían estado en la directiva del Celta futbolístico, Gómez Carballo durante el breve mandato interino de José Luis Alejo Álvarez "Pilis" y Araújo con su sucesor, De Francisco, en 1991. Años más tarde, en el verano de 1996, Carballo y Araújo viajaron a Oviedo con un claro objetivo, comprar la plaza del Juventud Astur y devolver a su ciudad a la élite del baloncesto femenino nacional.

En pocos meses Carballo y Araújo lograron poner de nuevo el nombre de Vigo en el mapa del baloncesto femenino, ganar la Copa Galicia (doce títulos entre 1996 y 2011), y reverdecer los éxitos del Celta Citroën, desaparecido en 1984. Carballo era la imagen de aquel Celta Banco Simeón. Paco Araújo era la mente fría, el analista y la persona que ponía freno a cualquier posible desmán. El dúo perfecto.

Comenzó a crecer la fama de Paco como el consejero que, sin rodeos, decía las cosas claras y veía más allá del corto plazo. Las empresas confiaban en su buen hacer y deportivamente las cosas no podían rodar mejor, aunque hubiese que renunciar a disputar la Copa Ronchetti. El "pan para hoy, hambre para mañana" era una de sus máximas. Paco prefería tener un buen equipo que meterse en historias de incierto final.

Al Celta llegaron jugadoras como Betty Cebrián, Laura Grande, Paloma Sánchez o Pilar Valero. Tiempos de gloria. En la temporada 98/99, con un lleno histórico en O Berbés y una victoria ante el Halcón Viajes de Salamanca, el Celta Banco Simeón conquistaba su primer título de Liga desde 1982. Se fue Cholas y llegó otro técnico destinado a marcar época, Miguel Méndez. El equipo, a pesar de un mal arranque, se metió en el play off final con el Gran Canaria, y tras perder en As Travesas el primer partido, ganó los dos siguientes de forma épica; segundo título liguero consecutivo, el quinto en la intermitente historia celeste.

La siguiente campaña marca la vida de Paco Araújo. En enero de 2001 se logra la Copa de la Reina, también en Canarias. Al vicepresidente le llegan cantos de sirena de otros grandes equipos de la ciudad. La llegada como vicepresidente de Camilo Pérez le permite ir preparando su salida del club. Todos sus planes se derrumban el 21 de marzo. José Manuel y Camilo pierden la vida en un accidente de tráfico. Aún preso del dolor, Paco promete continuar con el trabajo de su amigo José Manuel. Asume la presidencia y pese al desgaste personal y profesional, jamás dejará que ese legado se pierda.

Su fidelidad pudo comprobarse en 2012. La grave crisis económica pone contra las cuerdas al equipo vigués, y en un alarde de valentía y sentido común, Paco decide que el equipo renuncie a la máxima categoría. Su decisión más dura, pero que ha permitido la supervivencia del club, pese a todas las dificultades. Paco logró aglutinar el cariño de todos. Pocas jugadoras se han marchado de la ciudad olívica enfadadas con él, ya que cuando todas volvían por cualquier motivo a Vigo, la visita a la oficina de Paco en Asyco era obligada.

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