"Lo que hemos logrado es algo histórico en el piragüismo español". La frase corresponde a Óscar Graña, componente junto a Ramón Ferro en el C-2 que se proclamó otra vez subcampeón del mundo de maratón en la especialidad de C-2. Fue su undécima medalla en esta competición en doce años. Acumulan otras ocho en los campeonatos de Europa. Ambos insisten en que "pocos podrán decir que una embarcación con los mismos componentes ha ganado tanto. Esto no se volverá a repetir en los próximos cincuenta años".

Los dos componentes del Kayak Tudense llegaron ayer a Peinador después de cumplir con su objetivo en Brandenburgo (Alemania). Un éxito que no les resultó sencillo. "Tuvimos que trabajar mucho. Muchísimo. Los rivales apretaron. Primero hicieron una regata muy rápida, después se formó un grupo muy numeroso y hubo una selección hasta que nos quedamos solo dos barcos. Fue una cuestión de fuerza, pero también de táctica". Sabían que era difícil competir con Marton Kover y Adam Docke, los dos húngaros que revalidaron el título. Por eso, los gallegos celebraron su segundo puesto como si hubieran ganado.

Ferro explica que "hubo una gran tensión durante toda la regata. En algunas ocasiones no comprendíamos la táctica de nuestros rivales. Estuvimos siempre bien colocados y atentos a los ataques. Pero sufrimos para asegurar esa posición". En uno de los porteos estuvieron a punto de ser arrollados por una embarcación rival. Fue Óscar Graña el que más se enfadó. "Teníamos que defender lo nuestro", sentencia. Ramón Ferro también comparte la opinión de su inseparable compañero al afirmar que "es algo histórico que quedará para siempre en la historia del piragüismo español".

Para ambos ya terminó la temporada. En su balance también figura el subcampeonato de Europa de maratón en Pontevedra. Sobre la posibilidad de continuar la próxima temporada, ambos dejan abiertas todas las puertas. Desvelan que "las cosas hay que analizarlas y pensarlas bien. Elaborar un proyecto deportivo y después se verá. El deporte al máximo nivel requiere un gran esfuerzo".

Iván Alonso, que partía como favorito tanto en K-1 como en K-2, fue quinto en ambas pruebas. A su llegada afirmó que "no hubo suerte. Luché todo lo que pude, pero el deporte tiene estas cosas. Hubo circunstancias que no me favorecieron, pero no hay excusas. Queda seguir trabajando". En K-1 luchó contra sus adversarios y también en un campo de regatas que no le favorecía con sus condiciones de viento y frío. "Pero estaba igual para todos", señala.

Diego Piña compitió por primera vez en un Mundial formando equipo con Iván Alonso. Se mostró "indignado" con la actitud de la embarcación francesa. "Teníamos la medalla a nuestro alcance. Pero el barco francés nos cerró al hacer una maniobra ilegal en el último porteo. Nos perjudicó claramente. Lo vio todo el mundo, incluso los árbitros. Debían ser sancionados, pero no lo hicieron. Todavía no acabo de creer".

El quinto lugar en la clasificación final les dejó un amargo sabor. Son los vigentes campeones de España y también de Europa. A lo largo de toda la temporada transmitieron muy buenas sensaciones.

Para los cuatro termina la temporada y ya piensan en la siguiente. Es probable que Iván Alonso y Diego Piña mantengan la unión en una embarcación que cumplió casi todos sus objetivos en su primera campaña en la alta competición.