- Otro cuarto puesto en la final de 100 estilo libre y se va de Río sin medalla...
- De nuevo no pudo ser. Evidentemente uno trabaja durante cuatro años para conseguir medalla y eso crea un poco de frustración, pero luego objetivamente han sido un quinto y dos cuartos puestos, además de que en mi prueba perdí la medalla por 20 centésimas, y eso nos lleva a ver que hemos trabajado bien, que tenemos posibilidades de mejorar. Es difícil, evidentemente, pero podemos seguir trabajando. El balance es bastante positivo. El simple hecho de estar aquí ya es un regalo, un regalo que no ha sido gratis porque han sido cuatro años de mucho trabajo. Además siendo mis quintos Juegos he intentado disfrutarlos deportivamente hablando como no lo había hecho en mis otros Juegos.
- Es que tenía mal acostumbrado a todo el mundo. Se hace raro no verlo en el podio.
- Uno trabaja para conseguir una medalla y que se te escape por 20 centésimas pues sí que crea un poco de frustración. Pero este deporte es así. Yo en el Mundial fui plata porque le gané al vietnamita por 10 centésimas. El deporte es así. Uno tiene una progresión y llega un momento que solo mantenerte al máximo nivel ya es todo un éxito. Y estoy contento porque también trabajamos para que el mundo paralímpico tenga una progresión. Y está siendo muy buena. Hay gente joven que está trabajando ya como verdaderos profesionales y eso nos da la alegría de que todo el trabajo que los más "viejos" hemos hecho durante décadas tiene su recompensa.
- ¿Y ahora? ¿Cómo asume esta nueva situación?
- La vida es así. No siempre es una recta. Cuando acabé los 50 metros pensé: "Ahora mismo estoy cayendo en el vacío". Tenía esa sensación. Te tienes que replantear todo. Pero yo siempre digo que se aprende más de las derrotas que de las victorias. Aunque insisto que esto no es una derrota. No es lo que hubiésemos querido, pero lejos de achicarme me da más motivos para seguir en la brecha.
- Sin beca, ¿se replantea el futuro?
- En ningún momento he dicho que me retiraba. Sí es cierto que hay que replantearse la situación, porque me quedo fuera de las becas, pero no pasa nada. Hasta hace pocos años yo trabajaba y entrenaba tan duro como ahora. La motivación realmente no va a ser el dinero, ya me buscaré la forma de seguir.
- ¿Así que aún queda 'Chano' para rato?
- Espero que la gente se quede tranquila porque el año que viene hay Mundial en México y vamos a por todas otra vez. Me voy a retirar cuando yo quiera. Después de ese salto al vacío, que es normal sentirlo e incluso bueno, porque te hace ver los pros y los contras, tengo que hablar con los técnicos y buscar la manera de seguir. De momento 'Chano' sigue. Buscaré algún patrocinador que me eche una mano. Ahora están Rodosa y Máis que Auga. Y espero también que la Diputación y el Concello puedan contribuir. También quiero agradecer a Vigo todo el apoyo que he recibido durante estos Juegos.
- Es que incluso ha salido en las redes sociales a desmentir que se retiraba.
- Sí, algún periodista poco informado llegó a decirlo. Pero a los que me querían enterrar les ha salido mal la jugada. De momento sigo peleando por el podio y que sepa todo el mundo que el muerto todavía no está muerto.
- ¿Qué le han parecido estos Juegos de Río en cuanto a organización?
- Tenemos que ver la situación en la que está el país. Yo los comparo con Atenas, que hizo un esfuerzo muy grande para recibirnos. Atenas no era Pekín ni Londres. No tenía el dinero de los chinos ni la tradición deportiva de los ingleses. Sin embargo hicieron unos Juegos muy dignos. Aquí digamos que han salvado la papeleta, podemos darnos por satisfechos. El transporte ha funcionado bastante bien y en la piscina, por ejemplo, el ambiente ha sido increíble. La nota general es de un aceptable. Incluso creo que los olímpicos tuvieron más problemas que nosotros.
- Usted sí que puede comparar, que ya son los quintos Juegos.
- Es cierto también que estamos mal acostumbrados. Pasa igual con los más jóvenes. No ven lo que hemos trabajado y lo que hemos avanzado. Estas cosas van poco a poco y hay que ganárselo a pulso. El respeto que tenemos ahora nos ha costado mucho. Tenemos que currar, esforzarnos y dar la talla igual que los olímpicos. Hace unos años si me dicen que iba a ganar o perder una prueba por 20 centésimas hubiese dicho que es imposible. Pero ahí está. Estamos todos a un nivel muy importante.
- ¿Y ha podido disfrutar del ambiente en la Villa Olímpica?
- Poco. Yo nadaba el primer día y el último día de los Juegos y me pude permitir pocos lujos. Solo pude salir un día fuera de la Villa a cenar con el grupo de amigos que vino a Río a animarme. No me podía permitir el lujo de gastar energías porque a mi edad no recupero igual que un niño de 18 o 20 años. Soy consciente de ello y tengo que descansar al máximo y hacer mucha recuperación activa con fisioterapia. Yo para celebrarlo me voy a mi tierra. Las medallas cobran valor, en este caso los diplomas, cuando estoy en casa con mi gente.
