El partido ante el Standard de Lieja deja un trasfondo que va más allá del regreso del Celta a Europa diez años después. El encuentro se afrontó con ilusión. Tanto en la plantilla como en una afición que no dudó en acompañar al equipo de Berizzo en las gradas del Maurice Dufrasne. El cuadro celeste no pudo responder a ese apoyo con un triunfo, pero el empate permite dar un pequeño paso hacia la siguiente fase de la competición continental y a poner fin a una racha de tres derrotas consecutivas. En FARO repasamos algunas de las anécdotas que hubo el bautizo del proyecto de Berizzo en el Viejo Continente.

Eduardo Berizzo, en la sala de prensa del Maurice Dufrasne // NICOLAS LAMBERT

La burocracia ´sentó´ a Fontás

Es uno de los regresos más esperados de la temporada. El Celta necesita al central catalán, fundamental hace dos campañas. Sobre todo en estos momentos en los que hace falta un futbolista que aporte claridad al juego desde atrás. La defensa de tres centrales tenía mucho sentido con su presencia. Eso mismo debió pensar Berizzo. El argentino le dio la titularidad, pero un error en el once presentado a la UEFA en el que no estaba el "3" céltico, sino Sergi Gómez, impidió el regreso de uno de los veteranos del conjunto vigués.

Ambiente previo a la disputa del encuentro en el entorno del estadio del Standard // ANXO LLECHA

Picaresca para poder comprar entradas

Desde Galicia partieron doscientos celtistas hacia Lieja, pero muchos aficionados del Celta de diferentes puntos de Europa fueron por su cuenta hasta la localidad belga. Los que tenían ya sus entradas no tuvieron problemas, pero algunos hinchas sí tuvieron que recurrir a cierta picaresca para poder acceder al interior del Maurice Dufrasne.

Anxo, al ser pediste no tuvo inconveniente, pero algunos amigos que hizo durante las horas previas al estreno del EuroCelta en la Europa League. El Standard de Lieja comentaba que por orden de la UEFA no podía vender entradas a españoles que no estuvieran en el sector visitante. La medida del organismo europeo era curioso. Jamás se recuerda un enfrentamiento entre ambos conjuntos e incluso el ambiente en la previa era cordial entre ambas aficiones. Ante la expectativa de quedarse fuera del estadio, los amigos de Anxo decidieron encomendar la empresa a una italiana que viajaba con ellos y que pudo adquirir localidades para todos.

Otros celtistas no tuvieron la suerte de tener en su cuadrilla a una celtista de otra nacionalidad. Otros aficionados recurrieron a ciudadanos belgas para que les comprasen las entradas y otros, más descarados y con algo de fortuna, dijeron en taquilla que no tenían el DNI y se hicieron pasar por portugueses.

El hermano y la madre de Bongonda, junto a aficionados del Celta // SUSO SÁNCHEZ

La familia de Bongonda, en la grada

La madre y el hermano del futbolista belga del Celta acudieron al estadio para ser testigos del regreso de Théo a su tierra. Bongonda no fue titular en el debut europeo del conjunto vigués, pero saltó en los últimos minutos para recibir el apoyo y el calor de su familia. Desafortunadamente apenas intervino en el juego. No obstante vio una injusta cartulina amarilla.

Suso Sánchez y sus compañeros, a su llegada a la estación de Lieja

Diferentes periplos de celtistas

Suso y Anxo nos fueron mostrando durante las horas previas al duelo ante el Standard de Lieja cómo estaba siendo su camino hacia Bélgica. Suso partió junto a cerca de dos centenares de celtistas desde el aeropuerto de Oporto rumbo a Bruselas, donde cogieron un tren que ya les dejó en la localidad de Lieja a primera hora de la tarde. Durante la tarde ya disfrutaron de la previa del histórico choque y ya en la grada se fotografiaron con otros aficionados e incluso con la madre y el hermano de Bongonda.

El itinerario de Anxo fue diferente al de Suso. El otro aficionado en el Maurice Dufrasne trabaja en Budapest. Se marchó el miércoles de la capital húngara y llegó a Bruselas a última hora del pasado 14 de septiembre. Durmió en casa de unos amigos y el día 15 alquilaron un coche para llegar a Lieja. Una vez terminado el estreno del EuroCelta tocó regresar a la capital belga.