El City sometió al United en el derbi de Manchester, acogido en Old Trafford (1-2), que contempló el nuevo cara a cara entre Pep Guardiola y Jose Mourinho, en la primera cita de ambos en la Premier, inclinado claramente del lado del preparador español.

Los citizens consolidaron su liderato en la competición inglesa, donde contabilizan por victorias sus partidos, cuatro, y rentabilizaron especialmente el rendimiento ofrecido en la primera parte. El United encajó su primer revés del curso. Sobrevivió hasta el final por su fe y su empuje, estimulados por las estrecheces de un marcador que mereció ser más amplio y por las indecisiones del portero Claudio Bravo. De Bruyne y Iheanacho marcaron para los visitantes en los minutos 16 y 36. Ibrahimovic acortó distancias en el 42. Nolito fue titular y disputó los 90 minutos.

Jose Mourinho y Pep Guardiola se saludaron de forma afectuosa sobre el césped de Old Trafford, momentos antes del inicio del derbi, y también lo hicieron al final. Era una de las imágenes más esperadas. Respeto y deportividad entre ambos. Una situación ya advertida en la víspera con las sosegadas y respectivas declaraciones.

Hasta ayer se habían visto las caras dieciséis veces. Quince de ellas fue con Guardiola en el Barça. La otra con el Bayern. Mourinho se enfrentó al español como responsable del Inter -cuatro veces-- con el Real Madrid -11- y uno con el Chelsea. En siete ocasiones el triunfo cayó del lado de Guardiola. Tres fueron para el portugués. Los seis restantes terminaron en empate.

Guardiola defendió la criticada actuación de Bravo. "La de Claudio fue una de las mejores actuaciones que he visto. Me gusta que los porteros jueguen, y después del gol del United continuó participando en la creación, jugando balones en largo y saliendo a recibir", espetó

Guardiola resumió: "Hoy dimos una lección con el balón. Hasta mi último día en Inglaterra intentaré jugar con el balón todo lo que pueda. Sé que es imposible hacerlo durante 90 minutos, pero lo siento, no lo negociaré", afirmó.

José Mourinho destacó "dos decisiones" del colegiado Mark Clattenburg entre los factores decisivos de la derrota. "Considero que debimos pagar por una serie de cosas. Primero, nuestra primera mitad, la forma en la que comenzamos; algunas actuaciones individuales hicieron que el equipo luciera frágil. También nos afectaron dos decisiones de Mark Clattenburg, porque incluso los mejores árbitros cometen errores, y él cometió dos", comentó. "El primero, la falta de Bravo sobre Rooney, que debió haber sido penalti y expulsión. Si cualquier otro jugador hace eso fuera del rea, es tiro libre directo y tarjeta roja. Pero el árbitro tal vez pensó en las consecuencias, ya que el resultado habría sido un partido completamente distinto y no quiso tomar esa decisión. Y el segundo, otra pena máxima: Otamendi, con el codo", añadió.