Vicente Belda, exdirector deportivo del Kelme, fue el "descubridor" de Nairo Quintana cuando el técnico trabajaba para el Departamento de deportes del Gobierno de Boyacá en 2008. Algo vio en el vencedor de la Vuelta 2016 en los primeros exámenes físicos de los entonces aspirantes a campeones.

Aquel chaval "tímido pero con desparpajo", con 18 años, sembró la duda sobre el buen funcionamiento de la máquina, ya que arrojó unos resultados extraordinarios de sus niveles físicos. La prueba de esfuerzo hubo de repetirse y confirmó que lo extraordinario era aquel joven ciclista de Tunja, no que el aparato estuviera roto.

El proyecto de las autoridades boyacenses era sacar un equipo continental en 2009. Un año antes empezaron a realizarse los exámenes físicos a 45 aspirantes. "Vimos en Nairo unos valores fuera de lo común, similares a los de Santiago Botero cuando ganó el Mundial con 29 años. Pensamos que la máquina estaba mal y le mandamos volver al día siguiente para repetir la prueba. Nairo se mosqueó un poco porque pensó que le pasaba algo raro, pero le dijimos que era cosa de la máquina", recuerda Belda.

Al día siguiente regresó Nairo y volvió a sorprender. Los resultados fueron los mismos, y las cifras delataron el nacimiento de una estrella del ciclismo en potencia.

"El siguiente paso fue decirles a los dirigentes deportivos de Boyacá que teníamos una joya de las que salen muy de ven en cuando. Estaba claro que debía recibir apoyo y una buena planificación para que no se echara a perder", comenta el extécnico alicantino.

Su primer equipo fue el Boyacá es para Vivirla, un Continental en el que debutó en 2009 con 19 años. Belda era el director y le ofreció un contrato antes de que terminara la secundaria. En su primer año como sub 23, Nairo llegó a competir en Europa, en el Circuito Montañés, Subida a Urkiola y Vuelta a Madrid.

En 2009 cambió el proyecto ciclista en Boyacá y Belda hubo de convencer a Nairo para que fichara por el Café de Colombia "para no cortar su progresión".

En 2010, con Café de Colombia ganó el Tour del Porvenir y enseguida llegó la primera oferta de Eusebio Unzue. "Le dije a Eusebio que se fijara en Nairo, y que ganaría el Tour del Porvenir. Yo era su asesor y manager, pero aún aguantó un año más en el Café de Colombia. Su gran salto llegó cuando ganó la montaña en la Volta a Cataluña", rememora Belda. Por fin llegó el salto a la elite. "Rompió el contrato con Café de Colombia y hablé de nuevo con Eusebio Unzue para que lo fichara para el Movistar, lo que se concretó en 2013".