Si la Fórmula 1 es la categoría reina del automovilismo, Monza es el santuario en el que alcanza su máxima expresión. En el circuito italiano, la casa de Ferrari, lograba en 2005 el colombiano Juan Pablo Montoya el que aún se mantiene como el récord de velocidad punta en carrera, cuando en la recta principal ponía su McLaren MP4-20, con motor Mercedes, a nada menos que 372,6 kilómetros/hora.

Once años después, y tras dos temporadas recogiendo migajas en forma de puntos debido a la denunciada falta de potencia de su propulsor Honda, la escudería de Woking sorprendía ayer de nuevo en Monza al guardar un juego de neumáticos superblandos y nuevos para que Fernando Alonso diera los dos últimos giros con ellos. Resultado: vuelta rápida en carrera... cuando en carrera el MP4-31 del asturiano es incapaz de oponer resistencia cuando sus rivales le buscan las cosquillas.

"Es una buena noticia. Por lo menos subimos la estadística", señalaba el piloto ovetense tras su minuto de gloria. Exactamente, un minuto 25 segundos y 34 centésimas, que es el tiempo en el que cubrió su giro. La de ayer en Monza eleva su estadística de vueltas rápidas a 22 -la anterior la lograba el 3 de noviembre de 2013 en Abu Dhabi-, y le sirve para romper el empate que tenía con Gerhard Berger y situarse decimosegundo en la clasificación histórica tras Schumacher (77), Raikkonen (43), Prost (41), Hamilton (31), Mansell (30), Clark (28), Hakkinen (25),Vettel (25), Lauda (24), Fangio (23) y Piquet (23).

En Monza ya había logrado Alonso la vuelta rápida en 2010 (Ferrari) y 2007 (McLaren).

Las estadísticas, por lo demás, apuntan dos títulos en el palmarés de Alonso (2005 y 2006); 32 grandes premios ganados, el último de ellos el 12 de mayo de 2013 en Montmeló; 97 podios, al que no sube desde el 27 de julio de 2014 y 22 poles, siendo el 22 de julio de 2012, en Hockenheim, última ocasión en la que se situaba primero en la parrilla.