Lionel Messi, delantero argentino del Barcelona, regresó ayer a la Ciudad Condal, tras haber sido liberado del partido de su selección ante Venezuela por unas molestias en el pubis de las que se quejó tras el Argentina-Uruguay. Se espera que hoy la estrella azulgrana se someta a exploraciones médicas, lo que determinará si está apto para participar en el partido de este sábado en el Camp Nou contra el Alavés (20.30 horas).

En el entorno azulgrana no existe una excesiva preocupación por el estado de Messi, que declaró tras el Argentina-Uruguay, partido en el que marcó el gol decisivo, que ya tenía dolores antes de iniciarse el encuentro. En el Barcelona se achacan los dolores al alto ritmo de preparación de la temporada y se ha acogido con satisfacción la decisión del cuerpo técnico de Argentina de no forzar la participación de Messi en el encuentro ante Venezuela, pese a que el jugador rosarino se había ofrecido para ayudar, ya fuera como titular o desde el banquillo. La decisión fue un acuerdo entre los servicios médicos de la federación argentina (AFA) y el seleccionador.

Denota esa tranquilidad que los servicios médicos del Barcelona, dirigidos por el doctor Ricard Pruna, hayan aplazado la resonancia magnética hasta hoy lunes por la tarde, respetando los días libres otorgados por el entrenador Luis Enrique a jugadores y técnicos, pese a que Lionel Messi llegó ayer a Barcelona. En principio se espera que Messi pueda jugar ante el Alavés, aunque no se descarta del todo que se le pueda reservar para el debut en la Champions del martes 13 ante el Celtic de Glasgow.

Por otra parte, el portugués André Gomes regresó también a Barcelona después de haber sufrido problemas físicos en el último partido de su selección, aunque se trata de una contusión muscular, ha informado el FC Barcelona.