El mediapunta que solicitaba Eduardo Berizzo para el proyecto europeo del Celta se llama Giuseppe Rossi, un italo-americano de 29 años que inició su carrera en el Parma, pasó por el Manchester United de Ferguson, triunfó en el Villarreal, estuvo a punto de salvar el curso pasado al Levante y no acabó de cuajar en la Fiorentina. Rossi fue presentado ayer en Balaídos, ante varios cientos de aficionados, con los que compartió una larga sesión de fotografías y de autógrafos tras regalar varios balones y ofrecer sus primeras declaraciones con la camiseta celeste, que ya podrá lucir dentro de diez días, cuando la Liga se reanude en Balaídos con el Atlético de Madrid como visitante.

"Vamos a darlo todo para hacer una gran temporada. He visto muchísima calidad en la plantilla y a muchos futbolistas con ganas de hacer otra gran temporada. Llevo poco tiempo en la ciudad pero ya me siento casi como en casa", expresó en su primera comparecencia pública "Pepe", como cariñosamente llaman al italiano algunos directivos del Celta, mientras que entre el celtismo intentan que cuaje el sobrenombre de "Pepiño". Por su juego, y si le respetan las lesiones, Rossi se convertirá pronto en uno de los favoritos de la afición de Balaídos.

El quinto fichaje del Celta durante este verano apareció sobre el césped del estadio vigués por la portería de Gol donde el 6 de enero de 2010 le marcó un tanto a Yoel Rodríguez, por entonces guardameta céltico, con el que el Villarreal cobraba ventaja en la eliminatoria de Copa del Rey frente a un Celta que intentaba sobrevivir en Segunda División.

Seis años han transcurrido desde entonces, en los que han cambiado muchas cosas para Rossi y para su nuevo club, que el fin de semana pasada lograba convencer a la Fiorentina para que dejase libre a un futbolista al que le restaba un año de contrato con el club de la ciudad de Florencia, pero que no entraba en los planes del entrenador, el portugués Paulo Sousa. De hecho, Rossi comenzó la Liga italiana. Participó en el partido que su ya exequipo disputó ante la Juventus.

Semanas antes, el Celta había jugado un amistoso en Florencia, donde "Pepe" dejó detalles de su gran calidad técnica en el área rival. Entonces, a los directivos célticos no se le pasaba por la cabeza que Giuseppe Rossi pudiese acabar este verano en Vigo.

Sin embargo, el futbolista explicaba ayer que el Celta le había llamado la atención por el juego que había desplegado la temporada pasada, en la que los de Berizzo se convirtieron en la sorpresa de la Liga. "Es un honor estar aquí. Estoy feliz de llegar a un equipo de muchísima calidad.El Celta me gustó mucho el año pasado por el tipo de juego muy atractivo y técnico que realizó", habló Rossi para los aficionados que le vitoreaban desde la grada de Río Bajo.

Rossi llegó a Vigo la tarde del pasado domingo para pasar el reconocimiento médico. El lunes firmó el contrato que le unirá al Celta por una temporada más otra opcional. Después se trasladó hasta las instalaciones de A Madroa para saludar a Berizzo y a su cuerpo técnico, así como a sus nuevos compañeros, aunque ocho internacionales no estaban porque ya se habían incorporado a las concentraciones con sus selecciones.

De ese primer encuentro con su nuevo equipo y del entrenamiento que ayer celebró en A Madroa, Rossi sacó una excelente impresión de la plantilla céltica: "Hay jóvenes con muchas ganas de hacer otra gran temporada. Vamos a darlo todo para realizar un gran año".

Aunque en su carrera ha destacado como delantero, con una buena producción goleadora (112 en 262 partidos oficiales), en su presentación como céltico, el italo-americano indicó que todavía no había hablado con Berizzo sobre la posición que ocupará en el campo. Tampoco quiso comprometerse con un número de goles para la temporada recién iniciada. "Soy delantero y sé que vivo del gol. No voy a esconder que me gusta marcar el mayor número de goles, pero lo más importante es ayudar al equipo a ganar partidos, da igual que sea con goles o con asistencias".

En estas primeras jornadas de trabajo en A Madroa, el exjugador de la Fiorentina tiene claro su objetivo: "Entrar en el mecanismo de juego del equipo". No le resultará difícil a quien disputó 181 partidos con el Villarreal, en las cinco temporadas que permaneció en el equipo castellonense, y que la segunda vuelta de la Liga pasada la disputó con el Levante. Además de su excelente pie izquierdo, Rossi posee suficiente calidad técnica para filtrar pases entre las defensas rivales, así como un muy buen juego asociativo.

Desde la dirección del Celta subrayaban ayer que Giuseppe Rossi será el mediapunta que reclamaba Berizzo para una posición en la que Orellana y Señé eran los dos jugadores específicos que podían actuar por detrás del delantero centro. "El gol más importante es ganar el partido", proclamó ayer el futbolista italiano ante una audiencia entregada, que aplaudió algunos de los tantos, recogidos en un vídeo, que fueron proyectados en una pantalla situada sobre el césped de Balaídos antes de que el consejero Pedro Posada diese la palabra al futbolista.

Rossi, que en edad juvenil se convirtió en una de las mayores promesas del fútbol italiano, alcanzó una gran proyección internacional en el Villarreal, con una excelente producción goleada, tanto en la competición española como en la europea. El Barcelona fue uno de sus pretendientes, pero el traspaso al Camp Nou no cuajó. Después llegaría una grave lesión de rodilla, que se complicó. El futbolista tardó mucho tiempo en regresar a la alta competición. Ayer habló de su forma actual: "Físicamente me encuentro muy bien. Estoy listo para jugar. He realizado toda la pretemporada en Italia. Tengo muchas ganas de salir al campo y regalar muchas emociones a la afición". Fue la frase para encender mucho más los ánimos de los seguidores que acudieron a la presentación del futbolista, que además subrayó el trato que ha recibido en estos primeros días en Vigo, tanto por parte de los directos del Celta como de sus nuevos compañeros.

En los casi tres días que lleva en Vigo, Rossi ha podido tomarle el pulso a la ciudad y conocer de primera mano la calidad humana que dice que ha visto en la plantilla del Celta, con la que ayer realizó su primer entrenamiento. Decenas de aficionados le esperaban en el parking de A Madroa para mostrarle que ya es uno más de la familia celtista. Por la tarde fue presentado en Balaídos, donde espera ofrecer grandes días de fútbol.