La falta de acierto de cara al gol dejó al Villarreal sin una victoria que mereció tras una muy buena segunda parte, ante un Sevilla decepcionante, que no mostró el afán ofensivo de la primera jornada y tuvo en el meta Sergio Rico a su mejor jugador.

Seria primera parte la que jugaron Villarreal y Sevilla, con más intención que peligro de verdad. Salió el Villarreal con ganas y buscando forzar el error del Sevilla, que quería salir jugando desde su propia área.

Salió el colombiano Santos Borré, que tuvo tiempo de que le anularan un gol por remachar un balón en línea de gol y en posición adelantada. En esa recta final de la primera parte fue el Sevilla el que estaba más cómodo con el balón, llegando al área fácil, pero sin remate. Por su parte los de Escribá se refugiaban a la espera de encontrar espacios a la contra, aunque no llegaron a fabricarlas.

Segunda parte

La segunda parte se esperaba más movida y con dos equipos buscando el gol de la victoria, desde el primer minuto. Y la primera opción la tuvo Bruno que a los cinco minutos mandaba fuera una falta que pintaba peligrosa, para un lanzador como él.

Llegaba el Villarreal pero lo hacía acelerado, ante un Sevilla que dejaba espacios en su afán de buscar el área. En una de esas remató Santos Borré a los once minutos un balón que sacaba como podía Sergio Rico, cuando se cantaba el gol.

Los castellonenses perdonaban en diez minutos de llegadas y buen juego, pero acusando las ausencia de sus delanteros titulares.

Los andaluces tuvieron en el último minuto la opción de ganar el partido, pero tras un remate al palo y con Asenjo batido, Del Cerro Grande pitaba peligro. Así se acababa un partido en el que solo la falta de acierto impidió la victoria local.