El nuevo y remodelado Celta B, que este verano entre altas y bajas ha sufrido cerca de una veintena de cambios en su plantilla, se estrenó ante su afición con un empate que sabe a poco a pesar de la entidad del rival. Porque los pupilos de Alejandro Menéndez ofrecieron una muy buena imagen a su afición durante la primera mitad en la puesta de largo de Barreiro para esta nueva campaña en la Segunda División B pero, precisamente cuando más y mejor estaban llegando a la portería rival al comienzo de la segunda parte, el Racing de Santander consiguió empatar de nuevo el choque. La posterior expulsión de Álvaro Peña al ver su segunda cartulina amarilla brindó a los locales la posibilidad de disputar más de treinta minutos con un jugador más, pero el oficio de los visitantes se impuso en ese tramo del encuentro para certificar la igualada.

El primer once que Alejandro Menéndez presentó ante su afición para esta recién estrenada temporada mantuvo, a pesar de las múltiples novedades en la plantilla para esta campaña, bastantes similitudes con el de la campaña anterior. Sobre todo en la zona trasera, en la que Néstor Díaz ocupó la portería, con Kevin y Samuel en los laterales y Roger y Alende como pareja de centrales. De ahí hacia adelante ya sí que hubo más caras nuevas y novedades, como el esquema, donde el habitual 4-2-3-1 dejó paso a un 4-4-2. En la medular, sólo Gustavo Ledes repetía dentro de los clásicos de la pasada temporada ya que Brais Méndez, al que se le apunta mucho más protagonismo, antes tenía un papel tangencial. Con ellos estaban dos de los nuevos fichajes, el mediocentro Ros y Juan Hernández, quien fue de lo más destacado en los primeros cuarenta y cinco minutos gracias a su potencia, capacidad de desborde y disparo.

Además, la primera parte, para alegría de los aficionados que se dieron cita en Barreiro, tuvo ritmo, intensidad y llegadas a una y otra portería. Ambos conjuntos apostaron de inicio por buscar la meta rival más que proteger la propia y eso desembocó en unos interesantes cuarenta y cinco minutos iniciales.

Eso sí, el primer susto lo dio el Racing de Santander. Un error en el saque de Néstor Díaz y un peor despeje de Roger provocaron la primera ocasión visitante nada más comenzar el partido pero el tiro de César Díaz se marchó excesivamente cruzado.

La respuesta del filial céltico llegó a los veinte minutos de juego, en una gran acción combinativa entre Brais Méndez, Borja Iglesias, Juan Hernández y Samuel, culminada con un centro raso del lateral zurdo vigués que Iván Crespo acabó atrapando con apuros tras desviar el balón hacia su propia portería uno de sus zagueros.

Los visitantes pudieron inaugurar el marcador a la media hora de juego con un lanzamiento lejano de Sergio Ruiz, que tuvo muchísimo tiempo para pensar y preparar un disparo que acabó estrellándose en el palo de la meta defendida por Néstor Díaz.

No fue así y el que se puso por delante instantes después fue el Celta B al aprovechar Borja Iglesias un buen centro de Kevin para lograr el 1-0, en una acción en la que los cántabros reclamaron falta previa del delantero local sobre el ex céltico Samuel Llorca.

El gol reafirmó a un Celta B que dominaba el encuentro y se encontraba cómodo en ese papel, firmando sus mejores minutos. Así, los pupilos de Alejandro Menéndez pudieron incrementar la renta antes del descanso gracias a un sensacional disparo de Juan Hernández que desvió a córner con una increíble estirada Iván Crespo o con un lanzamiento excesivamente cruzado de Borja Iglesias y otro un poco alto en una muy buena posición desde la frontal de Brais Méndez.

La buena inercia del Celta B se mantuvo tras descanso, gozando Juan Hernández de una clarísima oportunidad para conseguir el 2-0 tras una genial acción individual de su compañero Brais Méndez. Sin embargo, con todo a su favor para intentar marcar, remató al lateral de la red (min.52).

Sólo un minuto después también rozó el tanto Diego Alende tras recuperar un buen balón y sumarse con velocidad al contragolpe, pero el central céltico, en buena posición aunque poco habitual para él, disparó excesivamente alto.

Perdonó el filial céltico y lo pagó caro. En la siguiente acción Aquino cazó un balón de espaldas dentro del área local, se hizo sitio y sacó un disparo a la media vuelta que acabó en el fondo de la portería de Néstor Díaz (1-1, min.54).

El empate fue un jarro de agua fría para el Celta B, al que empezaron a entrarle las dudas. Sin embargo, la segunda tarjeta amarilla a Álvaro Peña por una acción con Diego Alende parecía despejarlas. Inexplicablemente no fue así. Al filial céltico le sentó muy mal la superioridad numérica y se mostró completamente sin ideas para superar la ordenada defensa de un Racing de Santander que en esos más de treinta minutos finales impuso claramente su voluntad de conservar el punto que tenía.

El oficio y la experiencia de los visitantes salieron a relucir en este tramo del encuentro, enfriando completamente el partido con continuas interrupciones. De hecho, las mejores ocasiones en esa recta final fueron para el conjunto cántabro, bien replegado y tratando de cazar un contragolpe o aprovechar una acción a balón parado.

Una mala cesión desde medio campo de Alende que casi acaba en su propia portería o un intento de chilena de Aquino que obligó a Néstor Díaz a estirarse a fondo para despejar a córner casi llevan los tres puntos a Santander.

Pese a todo, en la última acción del encuentro, una falta muy bien ejecutada por Brais Méndez hizo creer al público de Barreiro que la victoria se iba a quedar en casa. La pelota rozó la escuadra por el lado de fuera y el Celta B se tuvo que conformar así con un punto que le supo a poco, sumando el segundo empate consecutivo en este inicio de campaña.