El Mondariz sumó ayer en A Lagoa sus tres primeros puntos en un intenso partido contra el Porriño, que demostró ser un equipo muy potente.

Los locales afrontaban este debut con cuatro caras nuevas en el once titular y el deseo de comenzar la Liga ganando, algo que se le resistía en los últimos años. Así, el gol tempranero de Nacho, tras una preciosa jugada de Nico, dio tranquilidad al conjunto local, mientras que el Porriño intensificaba la presión. Así, fue un choque de la máxima intensidad, aunque con pocas ocasiones de gol. Los visitantes dispusieron de dos (una en el minuto 26 y otra en el 56), pero se encontraron con la figura del meta Pablo. Y ya en los minutos finales, aprovechando un contragolpe, los locales sentenciaron con el gol de Isaac.