Derrotas como la que el Celta sufrió el lunes ante el Leganés son de las que duelen y dejan sensaciones de malestar, de rabia, por una oportunidad perdida. Casi nadie esperaba que el sexto clasificado de la Liga pasada perdiese contra un recién ascendido. Pasó en Balaídos. Y el momento para resarcirse de ese mal arranque ha llegado para el equipo de Berizzo. Es verdad que el calendario le depara un duelo descomunal, nada menos que ante el campeón de Europa, al que no sorprende en Madrid desde hace una década (1-2 en noviembre de 2006). Pero las visitas al Bernabéu motivan a cualquier futbolista. Los célticos encaran este duelo con optimismo y prometen una puesta en escena valiente. Enfrente no estarán Cristiano Ronaldo, Benzema e Isco. En Vigo, donde se quedó Marcelo Díaz, aseguran que el 7-1 de la última visita al coliseo de la Castellana no será un escollo añadido.

En esta ocasión, el equipo vigués viaja sin Marcelo Díaz. El mediocentro chileno sufre una rotura fibrilar en el recto anterior del muslo izquierdo. "No creo que sea de larga duración, pero llevará una o dos semanas su recuperación", señala Berizzo, que se queda nuevamente sin una pieza fundamental en la sala de máquina, precisamente la línea que más dudas dejó en el estreno liguero. Además, Aspas arrastra dolores en una cadera, vuelve Cabral, tras el castigo por indisciplina, y Radoja superó sus problemas en una rodilla. El Celta, que está a la espera de añadir más refuerzos, dispone de una plantilla más amplia y con la figura emergente del canterano Pape Cheikh, una opción para suplir a Díaz.

En vísperas de que la Liga realice el primer paréntesis del año para los compromisos de las selecciones, el Bernabéu medirá hoy no solamente la diferencia de plantillas sino la respuesta de ambos a las distracciones de los sorteos de las competiciones europeas. Para el equipo de Zidane es una rutina esta situación; para el de Berizzo, una excepción. Asimismo, resulta más fácil preparar y encarar un partido tras una victoria que con la losa de una derrota en casa ante un recién llegado a Primera. Las dudas, ahora mismo, implican a todas las líneas del equipo vigués.

Sergio Álvarez, uno de los destacados el lunes, continuará en la portería. Cabral, al que Berizzo le levantó ya el castigo por un incidente en la gira por Italia, vuelve a la defensa, donde Mallo y Jonny se perfilan como laterales. El capitán, sin embargo, cuenta con opciones de jugar como mediocentro. Así lo reconoció ayer Berizzo, que posiblemente deje fuera del once a Roncaglia, por lo que Sergi Gómez formaría pareja con Cabral.

Radoja es el sustituto natural de Díaz, pero el técnico valorará hoy cómo se encuentra para afrontar un partido de tanta exigencia. Wass y Pablo Hernández completarían una línea medular en la que incluso podría entrar Pape.

El rival y el escenario invitan a Berizzo a plantear un centro del campo menos ofensivo, por lo que Orellana regresaría a la banda derecha. Aspas, a pesar de sus dolores en la cresta ilíaca izquierda, recibió ayer el alta. El moañés quiere estar en un escenario donde el curso pasado firmó un excelente gol de cuchara. Si no entrase en el once, Guidetti sería el elegido para completar una delantera en la que otra de las dudas está en el extremo izquierdo. Bongonda y Pione Sisto se juegan un puesto.

La lista de los veinte jugadores que han viajado a Madrid la completan el portero del filial Iván Villar, Planas, Costas, Señé y Naranjo.

El Bernabéu disfrutará del primer partido oficial de Marco Asensio en su estadio, donde el colombiano James Rodríguez podría disputar sus últimos minutos con el Real Madrid, que recupera a Modric para la medular y a Pepe para el banquillo. A pesar de las bajas de Cristiano Ronaldo y de Benzema, Zidane contará con un ataque de lujo: Asensio, Morata y Bale.

Como quedó constancia ante la Real Sociedad, el equipo blanco ha comenzado con fuerza una temporada en la que su gran objetivo es el título de Liga. Un Celta enrabietado intentará amargarle la tarde a la afición del Bernabéu.