Empieza una nueva era en el Deportivo, obligado a reinventarse tras la salida de Lucas Pérez, hasta ahora su principal estandarte. El coruñés jugará esta temporada y las tres siguientes en el Arsenal, que abona los 20 millones fijados en su cláusula y se hace cargo del IVA correspondiente del traspaso, otros 4,2 millones. A solo seis días del cierre del mercado, el club coruñés ha logrado retener a Sidnei Rechel, pretendido por el Valencia, y trabaja contra reloj para fichar un delantero que aumente las alternativas de Gaizka Garitano para la punta de ataque, demarcación para la que ahora mismo solo cuenta con Florin Andone, más las opciones de Borja Valle y Marlos Moreno.

Según fuentes del Deportivo, los candidatos inicialmente previstos para cubrir una hipotética salida de Lucas ya ficharon por otros equipos, así que desde la plaza de Pontevedra peinan el mercado a marchas forzadas en busca de un atacante de garantías, con el hándicap de que los precios se disparan a estas alturas de verano, y más teniendo en cuenta que los clubes vendedores saben que el Deportivo tiene dinero fresco para invertir.

De los 20 millones de la venta de Lucas -por el que el Dépor pagó al PAOK 1,5 millones el pasado verano- el 30% será para el club griego, es decir, seis millones. De los 14 restantes, el 25% se lo lleva Hacienda, 3,5 millones. Por tanto, a las arcas blanquiazules llegarán 10,5 millones. Una inyección económica importante para fichar un delantero y que también ayudará a apuntalar el proyecto de cara al futuro. De momento, el que sigue es Sidnei Rechel, que cumple su deseo de continuar en el Dépor después de que el club hiciera efectivo su derecho de tanteo para igualar la oferta presentada por el Valencia y que inicialmente contaba con el visto bueno del Benfica. El central viajará hoy con el resto de la expedición para formar de inicio ante el Betis. Lucas, en cambio, ya no se desplazará a Sevilla tras el acuerdo al que llegaron Dépor y Arsenal y que podría oficializarse hoy mismo. El coruñés tiene previsto convocar una rueda de prensa para despedirse del Deportivo y de la afición blanquiazul.

De esta forma, se cumple lo que todas las partes habían reiterado, que si se producía la salida de Lucas, que el mes que viene cumplirá 28 años, iba a ser de la mano del club coruñés y con su visto bueno. El Arsenal colma todas las expectativas del delantero, tanto deportivas como económicas. A las órdenes de Arsène Wenger tendrá la oportunidad de jugar la Champions -PSG, Basilea y Ludogorets son sus rivales en la fase de grupos- y pelear por todos los títulos en liza. Un aliciente clave en la decisión final del de Monelos, pretendido también por otros equipos de la Premier, como el Everton y el West Ham.

La frenética jornada de ayer comenzó con una primera dosis de suspense matinal, ya que Lucas fue uno de los más rezagados a la hora de acceder al césped de Abegondo tras la sesión de vídeo. Tras unos segundos de incertidumbre, salió al campo acompañado de Álex Bergantiños para ejercitarse con plena normalidad. Al igual que Sidnei, realizó todas las tareas como uno más. En el tramo inicial del ensayo el central y el delantero se fundieron en un abrazo cómplice. Lucas estuvo muy comunicativo sobre el césped, animando a varios compañeros como Albentosa, Çolak, Borja Valle o Marlos Moreno. Antes de entrar en los vestuarios, firmó unos cuantos autógrafos más de los habituales para complacer a los aficionados que se acercaron a presenciar su último entrenamiento. "Venga, que mañana vais a salir en todos los periódicos", bromeó con varios niños mientras posaba para ellos y, de paso, para los reporteros gráficos.

Lucas se va con la conciencia tranquila por haber dado siempre todo por el Deportivo durante las dos campañas que defendió su escudo. Puso todo de su parte por ver cumplido su sueño de competir con la camiseta blanquiazul, la de su equipo de siempre, representando a su ciudad. Para ello renunció a cantidades muy superiores que le ofrecían otros clubes, empezando por su equipo de procedencia, el PAOK de Salónica. En su temporada de debut en Riazor una lesión de rodilla hizo que se perdiera casi toda la primera vuelta, pero acabó convirtiéndose en un futbolista determinante para la permanencia, con gol incluido en el agónico empate de la última jornada en el Camp Nou (2-2) gracias al cual el Deportivo evitó el descenso. Fue su sexta diana en los 21 encuentros que disputó primero a las órdenes de Víctor Fernández y luego con Víctor Sánchez al frente.