A todos los amigos les rondaba la idea del homenaje a Quino. Chiño Abalde se empeñó en convertirla en realidad, pero ya anticipa: "Yo sabía que sólo hacía falta arrancar el tema". Los cincuenta incluidos en el grupo de Whattsapp de la organización enseguida se pusieron en marcha. Cada uno ha activado sus relaciones y se encarga de aquello que le resulta natural por su trabajo. A falta de una semana se afanan en pulir los mil detalles del evento: disposiciones de seguridad, los invitados al palco, qué actuaciones habrá, cómo encajar todo en el cronograma, patrocinios, entradas, taquillas, árbitros...
El homenaje ha cundido en toda España. Se explica en la dimensión humana de Quino tanto como en la deportiva. "Lo que era para nosotros en Vigo o Santiago lo era también en Valladolid, San Sebastián, Lliria, Menorca, Sevilla o Cantabria. Levantas el teléfono y todo el mundo te da facilidades", indica Bernárdez. Y lo confirma Jenaro Vázquez, que se encarga de la promoción y gestión de las redes sociales. Él recopila y difunde los vídeos de gente celebrando a Quino y pidiendo la asistencia a su homenaje. La lista es amplia y promete engordar. Alberto Díaz, Sito Alonso, Pedro Martínez, Indio Díaz, Joan Plaza, Tito Díaz, Amaya Valdemoro, Fernando Romay o Nacho Rodilla son solo algunos de los que ya han enviado su mensaje.
Aunque todavía enredados en lo que se avecina, los íntimos de Quino se han dibujado un horizonte más ambicioso. Les gustaría que el recuerdo del vigués se perpetuase en forma de torneo estable. Conocen la dificultad. "Es el primer año y todo el mundo está ilusionado. Va a ser un gran espectáculo. Pero no siempre podremos disponer de tanto tiempo", reflexiona Bernárdez. "Necesitamos apoyo, una gran involucración institucional y ciudadana".
La idea tiene territorio fértil. Los equipos ACB suelen encontrar problemas para encontrar amistosos de pretemporada en España. Vigo es una plaza golosa para la patronal de clubes: ciudad grande, veraniega, sin la masa social de un club de élite pero con hambre de baloncesto masculino. Por si cunde, los organizadores dejarán un pequeño remanente tras pagar gastos y entregar dinero a la familia de Quino.
