Un impotente Villarreal se dejó la Liga de Campeones en Mónaco, tras perder por un gol a cero en el estadio Luis II. Lo hizo en un partido en el que solo en los minutos finales de la primera parte y los primeros de la segunda se vio un equipo con opciones de poder darle la vuelta a la eliminatoria. Pero un fallo de Santos Borré y un penalti no pitado truncaron las posibilidades amarillas. El cansancio y un Mónaco con más ritmo hicieron el resto para dejar fuera al Villarreal, que encajó una nueva derrota con un gol de penalti en el último minuto.

De la primera mitad y desde el lado del Villarreal, tan solo se pueden rescatar los últimos siete minutos ya que tras casi cuarenta minutos de control local y de ocasiones, llegaron los dos momentos que podían meter al equipo castellonense en el partido y la eliminatoria.

Así a los cuarenta minutos, un pase de Bruno dejaba solo a Santos Borré ante Subasic, pero su remate era repelido por el portero en dos ocasiones. Una jugada tras la que los amarillos pidieron un penalti por manos de Raggi, quien desvió un remate a gol de Mateo Musacchio.

Ambas opciones llegaban tras una primera parte de dominio local, y que por ocasiones podían haber desequilibrado el partido. Desde el principio se vio un Mónaco con más intensidad y más frescura, lo que les permitía dominar la pelota.

La segunda parte empezó con alternancias para los dos equipos. Parecía que los españoles buscaban ya su gol, con más presencia en campo rival y más aportación de su gente de ataque. Sin duda eran los momentos del equipo amarillo en el partido, con más dominio y más llegada. Pasaban los minutos y ello obligaba al Villarreal a acelerarse, lo que abría el partido y lo dejaba casi sin control. Por ello el partido y la eliminatoria estaba pendiente de un gol, y del lado que podía caer el mismo.

Pero el dominio de los españoles ya no era tan claro, y sobre todo no generaba peligro, como para pensar en que la remontada era posible. Un penalti dudoso por manos de Musacchio en el minuto noventa, que Fabinho transformaba, concluyó la aciaga jornada.