No esperó a las preguntas de la prensa. Eduardo Berizzo se presentó ayer en la sala de prensa de Balaídos decidido a zanjar el "caso Cabral", al que se refirió nada más sentarse pero sin explicar los motivos que le llevaron a apartar del equipo durante diez días al defensa argentino. El técnico, sin embargo, dio por cerrado el asunto y apuntó la posibilidad de que el zaguero incluso pueda jugar esta tarde ante el Leganés.

"Se lo anticipo yo antes de que me pregunten ustedes sobre la situación de Gustavo [Cabral]. Ayer se incorporó a la dinámica del equipo, después de un castigo, de acuerdo con el club, de diez días sin entrenarse con los compañeros. El motivo de su sanción es un asunto privado de la vida íntima del equipo, que merecía una sanción como la que tuvo. Pero el día que lo vieron llegar tarde era porque entrenaba a diferente horario del equipo. Él lo ha aceptado. Es un jugador de temperamento que necesitamos, que valoramos y que ha entendido que la disciplina que uno impone o que necesita un equipo para funcionar es igual para todos. Ha sido reelegido como tercer capitán y asumirá la responsabilidad de que cuando se equivoca uno sufre la consecuencia. Ha reconocido su error y hoy es uno más. Ha vuelto a entrenar con nosotros, así que el tema está superado", comentó Berizzo quien negó que la sanción se debiese a "un acto de indisciplina grave", durante la gira italiana del Celta.