En la que será la tercera temporada de Berizzo, el Celta comenzará su andadura con la misma disposición de referencia, pero con una riqueza táctica inédita. El esquema matriz, con cuatro defensas, tres centrocampistas y otros tres delanteros, está pensado para proporcionar el equilibrio que tanto necesita un equipo valiente hasta la temeridad. No obstante, en el último tramo de la pasada campaña fue habitual ver a un Celta más agresivo en los encuentros domésticos, acumulando cuatro atacantes. Esta solución, que se asienta sobre un doble pivote, es la que se ha consolidado en la presente fase de preparación.

El Toto imagina una formación idónea en la que una figura cataliza el juego ofensivo, un futbolista como el que conoció cuando militaba en las filas celestes, el genio y díscolo Mostovoi. Este papel recae desde la temporada pasada en Orellana; y mientras aguarda por otro mediapunta, el técnico argentino ha construido un plan táctico que da acomodo tanto a esta idea como al esquema más pragmático, en el que no existe ese ´diez´. A mayores, encaja una tercera alternativa -ahora que cuenta con una zaga reforzada-, y que comprende tres defensores.

Antes que nada, es importante mencionar que el renovado tercio de ataque tiene un comportamiento distinto, ya que en vez de empujar hacia el área rival, tiende a mantenerse más próximo a la línea de centrocampistas. Ello garantiza el espacio necesario, entre la defensa oponente y el área, para explotar la verticalidad de Bongonda o Sisto. A su vez, los extremos ceden las bandas a los laterales, que acentúan el carácter ofensivo. Este equipo, más compactado, presenta además una salida de balón refinada con respecto a versiones anteriores. En general, se puede afirmar que el funcionamiento es depurado y bastante flexible.

1. Con tres medios

La disposición más conservadora es la continuación del curso 15/16, con sólo una novedad en el once arquetipo, motivada por la ausencia de Nolito. En esta formación, Díaz, Hernández y Wass se reparten las funciones del centro del campo, con el primero como ´cinco´ o pivote, el tucumano de apoyo cercano, y el danés enlazando con los muchachos más adelantados y dando consistencia donde sea necesario. Arriba mezclarían Orellana y Aspas, un dúo que se entiende a la perfección, con otro integrante a escoger entre Bongonda y Sisto, previsiblemente.

2. Con un ´diez´

La opción preferida de Berizzo, y que desplegará ante los equipos más rocosos, es la que cuenta con tres delanteros más un mediapunta. Con esta función asignada a Orellana (y con seguridad Señé, a expensas del fichaje de postín), el once inicial se completa con la consabida defensa de a cuatro, un doble pivote de recorrido y presencia física con Hernández y Wass -o Díaz por alguno de ellos si el partido lo exige-, y tres delanteros: Aspas, Bongonda y Sisto. A priori, Guidetti, Naranjo y Beauvue parten en desventaja, por diferentes motivos. Tanto el sueco como el futbolista procedente del Nástic están tardando en acoplarse al nuevo formato de ataque, mientras que al de Guadalupe aún le resta tiempo de puesta a punto tras la grave lesión.

3. Con tres defensas

La alternativa menos probable, pero igualmente plausible, es la que coloca a tres zagueros y dos carrileros. La llegada de Roncaglia da al Celta un punto más de velocidad en la retaguardia, dando la opción de colocar tres centrales y que los habituales laterales (Mallo y Jonny) se desentiendan de algunas tareas defensivas. Esta solución ha sido adoptada por diversos entrenadores, como Conte, Bielsa o Sampaoli, para aumentar la presión sobre el centro del campo y dar oportunidad de sorpresa a los jugadores de banda. Así dispuestos, los de Berizzo manejarían la misma salida del balón con clara superioridad táctica y numérica en la divisoria, aunque renunciarían a un centrocampista y podría faltar algo de capacidad de remate.