Han pasado siete años desde que Alba Torrens y Laura Nicholls abandonaron el Celta. Pero en el club celeste y su entorno todo el mundo las recuerda y con frecuencia. La plata olímpica que se han asegurado culmina su brillante trayectoria internacional. Sin embargo, para sus íntimos de Vigo siguen siendo aquellas adolescentes que nacieron al profesionalismo con la camiseta celeste. Tan es así que Alba, seguramente la mejor jugadora del baloncesto FIBA, es siempre "Albita" en las conversaciones. Así la llamaba el añorado Paco Araújo, fallecido presidente celeste.

El conocimiento que tenían el entonces director deportivo y hoy entrenador del Celta, Carlos Colinas, y su antecesor en el banquillo, Miguel Méndez, de las categorías inferiores de la selección española permitió la contratación de Torrens en el verano de 2006, con 17 años. En la temporada siguiente se le uniría Laura Nicholls, de la misma generación. Joyas por pulir, pero cuyo brillante futuro era evidente. Compitieron por la zona alta y también contribuyeron a salvar a la escuadra del descenso antes de irse en 2009.

Torrens, que había prolongado su estancia un año más de lo previsto, rechazando ofertas jugosas, dispararía su cotización en Perfumerías y Galatasaray. Una lesión de rodilla no pudo frenarla. En el Ekaterimburgo se ha mantenido como la mejor jugadora del continente.

La trayectoria de Nicholls también ha tenido obstáculos. En su caso una delicada situación personal le llevó a abandonar temporalmente el baloncesto cuando militaba en el Rivas. Aunque bien dotado técnicamente, Nicholls necesita su máxima energía interior para desplegar la consistencia que exhibe en ambas zonas y que ayer padeció Serbia.

"La verdad es que nunca había soñado nunca algo así. Te lo dice la gente, la familia, tú a ti misma. Pero yo, como soy una persona de marcarme las metas muy poco a poco desde el trabajo, si me llegan a decir hace un año que iba a estar aquí segunda de los Juegos Olímpicos, me hubiese reído", ha desvelado Nicholls tras el partido.

"Aunque sí es cierto que cuando ves al equipo trabajando, le ves jugar, no cabe duda de que, a lo mejor la medalla no, pero sí que vas a llegar a un punto muy alto y que vas a disfrutar jugando", dijo la jugadora cántabra, la más destacada del partido con 13 puntos, 12 rebotes, 3 tapones y 23 de valoración.