Los palistas se reunieron debajo del puente de Salvaterra, como es ya una tradición, para comenzar su preparación en el Descenso del Miño. Un ritual que en esta ocasión tuvo destacados protagonistas. Iván Alonso y Diego Piña compartían embarcación por primera vez. También estaba Ana Varela, una de las principales referencias deportivas del equipo. Y Óscar Graña, un destacado especialista en la canoa.

Junto a ellos se apuntó Roi Rodríguez Huertas, medallista en varias competiciones internacionales tanto en la categoría sénior y sub-23. Su especialidad no es el río, pero se aventura a realizar la regata. No tuvo suerte. En el lío que se forma en la salida, con todas las embarcaciones saliendo al mismo tiempo al agua en una intensa lucha, padeció un vuelco que le hizo perder todas las opciones de victoria. Roi Rodríguez Huertas realizó una gran remontada y terminó en el cuarto puesto, aunque alejado del podio. Todo ello bajo la antenca mirada de sus padres, hermanos y abuelos, que pocas veces se pierden las regatas de uno de los palistas con más proyección el piragüismo español.

Los jóvenes se involucran en la organización, los cadetes y juveniles participan en la regata y ya viven con intensidad la filosofía de la regata. Saben que es emblemática.

Además, en el Kayak Tudense se muestran orgullosos de la respuesta de los clubes gallegos y varios nacionales. En Salvaterra se juntan multitud de barcos para afrontar la regata y forman un paisaje único y peculiar.

Muchos de los componentes del Kayak Tudense, considerado como el mejor club de España por sus resultados deportivos, estuvieron presentes en el Descenso Popular que se celebró dos horas antes. Y no solo los sénior, sino también los infantiles, cadetes y juveniles. Casi todos acompañados por sus familiares,que aportan entusiasmo pero también su esfuerzo en cada edición.

En esa larga relación también se pueden incluir a los veteranos. Es el caso de Enrique Míguez, que volvió a ganar en la modalidad de canoa. El medallista olímpico no pierde la buena forma y tampoco acusa el cansancio.

La entidad tudense volvió a demostrar su capacidad para trabajar en una organización perfecta y que aspira a mejorar en las próximas ediciones.

Pero antes tendrá por delante otros desafíos. La próxima temporada se le presenta al club tudense con otra agenda repleta de citas, también en el panorama nacional. Los responsables deportivos del club esperan que puedan entrenar en mejores condiciones que este año, ya que los temporales les obligaron a dejar Tui y desplazarse a otros lugares.A pesar de ello, lograron proclamarse campeones de España de invierno, subcampeones en verano, ganadores de la Copa del Rey, terceros en la Copa de la Reina y segundos en la Liga de Pista Hernando Calleja.

Es el poder de un club que también tiene un amplio historial en el Descenso del Miño, la que consideran como "su prueba, la más especial de todas".