Una resonancia magnética ha confirmado hoy los peores presagios para Rubén Blanco. El portero del Celta, lesionado durante la concentración de pretemporada en Italia, sufre un esguince de grado II en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda -según ha confirmado el club vigués- y por lo tanto el periodo de recuperación previsto, que era de cuatro semanas, se ampliará otras dos más, por lo que el regreso del cancerbero celeste se hará esperar hasta el 18 de septiembre, más o menos.

La lesión impedirá a Rubén Blanco estar presente en los cuatro primeros partidos de Liga, que corresponden a los encuentros en Balaídos contra el Leganés y el Atlético de Madrid y las visitas al Real Madrid y al Osasuna. También se perderá el debut del Celta en Europa League.

El internacional sub21 se lesionó el pasado 6 de agosto durante un entrenamiento que la plantilla celeste realizaba en la ciudad italiana de Florencia, y desde entonces venía trabajando en solitario con los recuperadores del club.

Su baja, que se une a la del centrocampista serbio Nemanja Radoja y el delantero francés Claudio Beauvue, deja al argentino Eduardo "Toto" Berizzo con Sergio Álvarez como único portero en la primera plantilla.