José Naranjo era un prometedor futbolista de 18 años cuando el Pescara le brindó la oportunidad de realizar una prueba. El sueño del ahora futbolista del Celta de poder jugar en Italia apenas duró una semana. El onubense fue descartado por los técnicos del conjunto biancoazzurri y tuvo que regresar al Recreativo de Huelva. El futbolista pudo resarcirse el sábado pasado de aquel amargo trago con un gol, el primero con la camiseta celeste, ante el mismo equipo que lo rechazó en abril de 2013.

Naranjo se había convertido en uno de los valores más destacados del Recreativo. El propietario del club andaluz, Víctor Hugo Mesa, buscaba entonces entrar en el accionariado del Pescara y le ofreció al club italiano a sus cuatro canteranos más valiosos: Naranjo, Alberto Barrero, Dani Molina y Adrián Díaz. Ninguno superó la prueba de admisión en el club que entonces peleaba por evitar el descenso a la Serie B italiana.

Naranjo, sin embargo, apenas contó para los técnicos del decano del fútbol español, con el que no superó la decena de apariciones en Segunda División. Un año después, el ahora céltico era cedido al Villarreal B, después de que el club andaluz rechazase una oferta del Real Madrid para incorporarlo a su equipo filial.

El paso de Naranjo por el club castellonense fue efímero. De ahí dio el salto al Nástic de Tarragona, donde explotó en la segunda vuelta del campeonato. Sus quince goles contribuyeron a que el conjunto catalán se clasificase para los play-off de ascenso a Primera División. Naranjo se convirtió en una de las sorpresa de la categoría y varios equipos, incluidos algunos ingleses, intentaron ficharlo este verano. El futbolista de Rociana del Condado se decantó por la oferta del Celta, en el que intenta hacerse con la titularidad de la banda izquierda que dejó vacante otro andaluz, Manuel Agudo Durán, Nolito.

Tras unas buenas actuaciones en los primeros partidos de pretemporada con el Celta, Naranjo viajó el sábado con el equipo vigués para enfrentarse al Pescara. El rociero se reencontró con su pasado y aprovechó la ocasión para "vengarse" del equipo que lo había rechazado.