El español Jesús Ezquerra (Tavira-Sporting portugués) venció ayer la antepenúltima y octava etapa de la Vuelta de Portugal, que estuvo marcada por su suspensión durante media hora por una confusión del pelotón y tras la que el portugués Rui Vinhas (W-52) mantiene el maillot de líder con 2:25 de ventaja sobre Gustavo Veloso.

A falta de solo dos jornadas para acabar, Veloso, vencedor en 2014 y 2015, espera restar tiempo a su colega de equipo Vinhas en la etapa de hoy, entre Alcácer do Sal y Setúbal (187,5 kilómetros), que tiene un puerto de montaña de tercera y otro de segunda, ya cerca de la meta. Si no, el gallego dispondrá el domingo de 32 kilómetros cronometrados de la etapa final, que transcurre entre Vila Franca de Xira y Lisboa.

El cántabro Ezquerra, de 25 años, atacó en el último tramo y entró en solitario entre un pelotón con otros cinco escapados, entre los que estaba el español David Belda, del equipo suizo Team Roth.

"Ha sido un día difícil. Si no arriesgas, no ganas nunca. He probado al final, he visto el hueco" y ha resultado, dijo Ezquerra a la televisión lusa RTP.

El corredor natural de Treto entró en solitario a la meta por delante de Samuel Caldeira, que pasó la meta a 16 segundos.

La penúltima etapa, la más larga (208,5 kilómetros), se ha disputado entre Nazaré y Arruda dos Vinhos.

La organización de la Vuelta a Portugal la llegó a suspender a 16 kilómetros de meta, debido a que el grueso del pelotón se había confundido de camino y había seguido por una ruta incorrecta.

Media hora más tarde, se reanudó entre las críticas de varios ciclistas y la sorpresa de los hinchas.

Joaquim Gomes, director de la Vuelta a Portugal, ha explicado qué no sabían que había pasado para que el pelotón se equivocase.

La televisión lusa RTP ha apuntado que el engaño se ha podido deber a que el grueso de los corredores siguieron a una moto de la policía que tomó un recorrido diferente al oficial.

El último kilómetro vivió otro episodio inusual, pues el italiano Davide Vigano completó los últimos metros de la etapa a pie, debido a una avería en su bicicleta.

Para Veloso no será fácil recortarle tiempo a Vinhas en los 187,5 kilómetros que separan Alcácer do Sal y Setúbal, pero podrá intentarlo en los últimios kilómetros. Con un perfil plano desde la salida hasta el kilómetro 120 del itinerario, en el tramo final existen varias dificultades montañosas, de escasa altitud pero seguidas, en perfil rompepiernas. El alto da Arrábida, a poco más de diez kilómetros para el final, puede ser un lugar adecuado para el ataque. En todo caso, se antoja evidente que las diferencias no serán excesivas en ningún caso y que la contrarreloj de Lisboa será apasionante.