"Britannia rules the waves", cantaba la marinería de su graciosa majestad y es de ese modo que la flota viguesa de Vaurien gobierna el oceano. En el Mundial de la categoría, disputado en Viana, las hermanas Suárez, del Náutico, conquistaron el título femenino y sus compañeras González y Alonso lograron el bronce. Pérez y Moreno, igualmente del club olívico, fueron subcampeones absolutos. Tanto en hombres como en mujeres abundaban miembros del Náutico y del Marítimo de Canido, también del Rodeira, entre los primeros clasificados. Valores consolidados, ya con herederos. Tirso Cerqueira y Gonzalo Martínez, del Marítimo, en la frontera de la mayoría de edad, quedaron décimos entre los mayores, resultado que les ha otorgado el trono juvenil.

Fiesta en el Marítimo para celebrar la hazaña y también el octavo puesto absoluto de Alberto Basandre y Mario Pérez. Este había sido el proel de Tirso Cerqueira. Excluido esta temporada por sus años de la categoría juvenil, las parejas se recompusieron. "Yo veía que teníamos posibilidades de ganar", explica Tirso sobre la maniobra interna. Gonzalo Martínez, compañero, amigo y rival en las competiciones de Láser, fue la elección lógica. Todo cuadró: "Él ya tenía experiencia como proel y yo, a la caña. Nos acoplamos perfectamente. Todo salió bien aunque nos hubiera gustado estar en el top-5 absoluto". Gonzalo resume lo vivido en Viana: "Fue bonito y duro, con condiciones extremas de viento y ola. Nuestras expectativas se cumplieron desde el principio".

"El Real Club Náutico de Vigo es el club gallego por excelencia y con la flota más fuerte en Vaurien y 4.20. Nosotros nos dedicamos más al Láser y el Optimist", explica el comodoro del Marítimo, Ramón Ojea, que apuesta por la colaboración entre sociedades. De hecho, abundaron los equipos mixtos hasta hace poco y Ojea quisiera retomar ese intercambio. Pero también en el Marítimo cunde el Vaurien. "Existe mucha tradición en Galicia. Es una clase barata y constante, cuya práctica puede alargarse en el tiempo". Ideal para los jóvenes, también se adecúa a treinteañeros.

Tirso y Gonzalo, ocupados a nivel individual en el Láser, intensifican el trabajo común cuando se aproximan las competiciones de Vaurien. En marzo se proclamaron campeones de España. Tras el Mundial les queda la Copa de España, que organizará precisamente el Marítimo. "Estaría muy bien lograr el triplete en casa", aceptan.

El Vaurien es, con todo, una embarcación de transición. Por ella pasaron los más reputados: Alberto Viejo, Gonzalo Araújo, Antonio Otero, Tamara Echegoyen... Como a la campeona en Londres 2012, cuyas aventuras en Río seguirán devotamente, también Gonzalo y Tirso planean mudarse en algún momento a una clase olímpica, el 4.70 o el 49er si tuvieran que elegir hoy. Será como pareja. "Existe feeling. Si dos no se conocen bien fuera, no pueden navegar. Y nosotros nos entendemos perfectamente".

Sin embargo, la prioridad inmediata de ambos se sitúa en los estudios. Gonzalo empieza Ingeniería Mecánica en Vigo. Tirso estudiará en Madrid Ingeniería Aeronáutica. Pero ya en su cabeza diseña el plan de entrenamientos fisicos en la capital y los viajes constantes a casa. El gobierno de las olas se lo exige.