La Volta Ciclista a Portugal, conocida como La Grandísima, entra hoy en su fase decisiva después de que el pelotón disfrutase ayer de la jornada de descanso. Los competidores afrontan la sexta etapa, de las diez que componen el recorrido, y ya entrarán en contacto con dificultades montañosas de consideración. Gustavo César Veloso cruza el ecuador de la Volta como segundo en la clasificación general, a dos minutos y 45 segundos de Rui Vinhas, compañero suyo en el W52-FC Porto. El arousano está dispuesto a mantener la hegemonía que el ciclismo gallego tiene al otro lado de la frontera en las últimas ediciones, con las cinco victorias de David Blanco (2006, 2008, 2009, 2010, 2012), la de Álex Marque (2013) y las dos que ha encadenado el propio Veloso (2014 y 2015), que de momento ya se ha asegurado un triunfo parcial, concretamente en la cuarta etapa. Tampoco Marque (LA Aluminios) renuncia a repetir el lugar más alto de podio, aunque tiene que superar una mayor desventaja (es 14º, a 4.48).

Esta sexta etapa que hoy se disputa discurre entre Belmonte y Guarda, la ciudad emplazada en un lugar más alto de toda Portugal, a 1.000 metros de altitud. Son 173 kilómetros de bastante dureza, especialmente porque el itinerario incluye dos pasos por la cima más elevada de la Portugal continental, el alto da Torre (1.800 metros de altitud), concretamente en los kilómetros 44,7 y 104,3. Es cierto que los ataques que puedan producirse en la segunda subida pueden resultar algo prematuros. Pero la carretera no solo irá hacia abajo en los últimos 70 kilómetros. Quedarán un par de elevaciones de tercera categoría y tres kilómetros finales picando hacia arriba.

Esta jornada debere aclarar la nómina real de candidatos. Después, con la séptima etapa de transición, quedarán recorridos rompepiernas en la octava y novena, con la traca final en la contrarreloj individual entre Vila Franca de Xira y Lisboa.