No estuvo solo Gustavo César Veloso en Mondim de Basto. Allí estuvieron sus familiares luciendo sus camisetas características con el lema "Veloso, a ferro" sabiendo de la importancia de la etapa celebrada ayer.

El vigente campeón, nada más subirse al podio de vencedores, reconocía que "sabía que los aspirantes iban a atacar el liderato de Rui Vinhas y cuando Joni Brandao atacó me fui detrás suyo. Quería trabar su huida para que Rui perdiese el menor tiempo posible".

Los últimos kilómetros fueron un pulso entre los líderes del W52-FC Porto y el Efapel. Veloso afirmó que demoró su ataque todo lo que pudo pensando en su compañero y actual líder de la carrera. "Hice un par de arrancadas para poner nervioso a Brandao y también estaba calculando la distancia para buscar la victoria de etapa y esperé todo lo que pude pensando también en perjudicar lo menos posible a Rui Vinhas".

Consultado sobre el conflicto de intereses al tener al primer clasificado en su mismo equipo, el vilagarciano es claro: "lo decidirá todo la carrera y la carretera pondrá a cada uno en su sitio. Vamos a ir día a día con la única idea de que el amarillo se quede en el equipo hasta Lisboa".

Las sensaciones de Veloso respecto a su rendimiento de cara la última semana son inmejorables, "me encuentro muy bien. Esta fue la primera etapa dura de verdad y no solo gané, sino que acabé muy fuerte. Espero seguir con estas mismas sensaciones hasta el domingo".

Por otra parte, el estradense Álex Marque dio un importante paso atrás en sus aspiraciones. El corredor del LA Aluminios declaró que "Veloso dio un golpe encima de la mesa. Aún falta una semana y no vamos a bajar los brazos hasta Lisboa".