La escasa afluencia de espectadores al estadio de Montevideo regaló a los aficionados un curioso e inesperado lujo. Escuchar a Berizzo todo el partido. El argentino, como si le fuese la vida en ello, se pasó el partido dando consignas que los micros de ambiente trasladaban de forma nítida a los aficionados en sus hogares. Y se pudieron entender muchas cosas que tienen que ver con el estilo de vida de este equipo, con su determinación e intensidad, con su manera de encarar los partidos aunque se trata de una pretemporada. Ni un segundo de respiro, lo mismo que el equipo trata de hacer con el rival en el campo. Se escuchó gracias a sus soflamas el ansia que tiene por la presión, su obsesión por la posición de sus mediocentros que tiene permanentemente y, ya puestos, su gusto por Pape. "Pantera" le llamaba de forma recurrente. Muchas de las consignas eran para el joven futbolista del Celta, con diferencia la mejor noticia del partido. Berizzo le arengaba, le ordenaba, le situaba el punto exacto que pedía la jugada....y Pape respondía de forma extraordinaria. A un toque, a dos como mucho. Magnífico en poco más de un juvenil que se comportó con inesperada madurez y que anuncia grandes días. Será habitual verle con el primer equipo durante esta temporada. Además, una de sus arrancadas acabó con Borges cazándole por detrás la borde del área para que Aspas adelantase a los vigueses con un golpe de genialidad. Un lanzamiento de falta directa con el que el moañés rompió el viejo maleficio que le acompañaba con los coruñeses a los que no había sido capaz de hacer un gol todavía y eso que pocas cosas debe desear más en la vida. Sucedió muy lejos de Galicia, en Montevideo. Allí el delantero, que había estado algo irregular en el primer tiempo, encontró uno de esos golpes de genio con los que suele adornar su presencia. En el fútbol profesional es su primer gol de falta directa.

Todo ello sucedió el día en que Pape recordó a todos que su fútbol ya va por delante de su edad y la noche en la que el partido nos lo transmitió directamente Berizzo a los que estábamos delante de la televisión.