Los internacionales celestes siguen poco a poco sumándose a los entrenamientos tras su participación en las grandes competiciones futbolísticas del mes pasado. Ayer se incorporaron a filas el centrocampista chileno Marcelo Díaz y el delantero sueco John Guidetti, que habían prolongado sus vacaciones tras competir, respectivamente con sus selecciones, en la Copa América del Centenario y la Eurocopa de Francia. A finales de la próxima semana se espera a Fabián Orellana y Pablo Hernández, el Tucu, finalistas también con Chile en la Copa América, que cuentan con permiso del club para demorar su regreso algún tiempo más que sus compañeros.

Tanto Guidetti, que tuvo un corto recorrido con Suecia en la Eurocopa, como Díaz, uno de los protagonistas del triunfo chileno en Estados Unidos, han llegado en buenas condiciones físicas, aunque faltos de forma por las vacaciones. Los dos internacionales aprovecharán esta semana para someterse a un duro programa de entrenamiento para adquirir tono físico y acercarse al estado de forma de los compañeros que han viajado de Uruguay.

Díaz y Guidetti trabajaron conjuntamente ayer con Andreu Fontás y Álex López, que también se han quedado en Vigo. El zaguero catalán ha concluido el proceso de rehabilitación de la lesión en el tendón de Aquiles que le llevó al quirófano en febrero pasado e inicia también un trabajo de intensa carga física al objeto de igualarse a sus compañeros. Fontás realizó ayer parte del entrenamiento con el grupo.

Por lo que respecta a Álex López, que inicialmente no entra en los planes de Berizzo para la temporada en ciernes, el ferrolano necesita también ganar tono físico tras incorporarse una semana más tarde al trabajo que el grueso del plantel. Su falta de forma fue, de hecho, el motivo de que Berizzo no lo convocase para el amistoso del pasado sábado ante el Lugo.

Para el choque frente al cuadro lucense tampoco fue convocado Josep Señé, debido en este caso a una lesión muscular sufrida la víspera del encuentro. El atacante catalán sufre una rotura de fibras en el músculo obturador externo derecho. El jugador fue sometido a pruebas médicas que confirmaron un pronóstico de recuperación de unas dos semanas.