Santi Comesaña, el joven mediocentro vigués propiedad del Coruxo, jugará en el Rayo Vallecano tras el acuerdo al que han llegado el club madrileño con el Coruxo. Después de largas negociaciones ambos clubes llegaron a un trato aunque en las últimas horas en Vallecas se han puesto algo nerviosos. La culpa la tiene la presión que el futbolista ha recibido por parte del Celta que ha tratado de jugar sus últimas cartas en una negociación que parecía muy decantada a favor de los madrileños. En Vallecas ayer daban por segura su contratación, aunque seguían a la espera de poder dar oficialidad ya que les falta la firma de Santi Comesaña en los contratos.

Mientras tanto el Coruxo vivió ayer su primer desencuentro de la temporada, al enterarse que el central que creían fichado, Pajarero, los había utilizado para presionar a los equipos con los que está negociando.

El club vigués y el agente del jugador llegaron esta semana a un acuerdo para que Pajarero se viniera a jugar al campo de O Vao. El club le pidió al jugador que llegara el viernes a Vigo para realizar la primera sesión de entrenamiento, pero este le contestó que llegaría el domingo para entrenar el lunes.

Mediada la semana, el Coruxo le remitió al jugador el contrato para que lo devolviera firmado e iniciar de esta manera los trámites de su ficha. El club vigués, dando todo por hecho, publicó en su web oficial el fichaje del central.

Sin embargo, las alarmas saltaron en la noche del jueves, cuando en las redes sociales se afirmaba que, contrariamente a lo que se publicaba en la web del Coruxo, Pajarero no había firmado por el club vigués. Además, el contrato no llegaba firmado con lo que comenzaron a plantearse la posibilidad de que hubieran sido utilizados por el entorno del futbolista que ha insistido en las últimas horas que el jugador no tiene decidido su futuro y que aún está valorando las posibilidades que tiene en el mercado.