La selección española comenzó su preparación para los Juegos Olímpicos venciendo con comodidad (85-61) a Angola en un partido dominado de principio a fin por los de Scariolo. Llegaba España con las bajas de los hermanos Gasol, Llul y Sergio Rodríguez, pero tardó poco en demostrar su superioridad frente a un combinado muy físico como Angola.

Ya desde el primer minuto, España se hizo con el control del choque, aprovechando la movilidad en el juego interior de jugadores como Reyes y, sobre todo, Mirotic, que se convirtió en una pesadilla para los africanos.

Ni siquiera los cambios introducidos por Carlos Dinis en el conjunto africano consiguieron revertir la situación y España mantuvo en todo momento una ventaja manejable que incluso se vio incrementada en los minutos finales gracias a la aportación de hombres como Ribas.

Quizá, la única nota negativa fue la lesión de Ricky Rubio, que se hizo daño en la rodilla y permaneció en el banquillo durante la segunda parte.