Alemania e Italia disputan un duelo de cuartos apasionante, repleto de historias del pasado en las que siempre sale beneficiado el conjunto transalpino, que tendrá que hacer frente a la vigente campeona del mundo. Los hombres de Löw llegan confiados a la cita después de superar los octavos con mucha solvencia ante Eslovaquia. Hasta ese encuentro al entrenador germano le achacaban falta de gol, pero el 3-0 de ese partido cerró el debate.