En un estado de moral creciente, Francia prepara su duelo del domingo frente a Islandia por un puesto en las semifinales de su Eurocopa, un choque en el que muchos ojos apuntarán al central galo Samuel Umtiti. El todavía defensa del Olympique Lyonnais congregó el interés del numeroso público presente ayer en la sesión de entrenamiento de la selección gala y de los medios de comunicación ante la noticia difundida por el diario "L'Équipe" del presunto acuerdo de su club con el Barcelona para su traspaso por 30 millones de euros.

Por si fuera poco, Umtiti apunta ahora a titular en el partido contra los islandeses debido a la sanción que pesa sobre Rami. Para Umtiti, sería su primera participación con la selección absoluta después de pasar por todas las categorías inferiores de Francia, con la que fue campeón del mundo sub-20.

Su debut llegaría tras una serie de carambolas, que comenzaron con la lesión del madridista Varane, sustituido a última hora por Rami, y después por la baja del barcelonista Matthieu, que propició su convocatoria a última hora.

Para Umtiti el partido podría suponer una prueba de fuego, pocos días después del supuesto acuerdo entre el Lyon y el Barcelona, al que solo le faltaría cerrar unos flecos con el propio jugador.

El joven central, de 1,81 metros y nacido en Camerún, se trasladó con su familia a Francia a los dos años y se formó como futbolista en las cantera del Olympique Lyonnais. Saltó a la primera plantilla en 2011 y ha disputado cuatro temporadas en la liga francesa, donde la pasada campaña jugó 35 partidos.

Al margen del central, el otro dilema que deberá resolver el técnico Didier Deschamps es el de cómo paliar la sensible baja de N'Golo Kanté, pulmón de los "bleus" y uno de los más destacados del equipo anfitrión.

Y si Umtiti puede ser en breve jugador del Barcelona, Kanté está el primero en la lista de refuerzos solicitados por el entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane, quien quiere al jugador del Leicester para reforzar la posición de mediocentro en la que sólo cuenta ahora mismo con el brasileño Casemiro.

El Leicester pagó el pasado verano 8 millones de euros al Caen por Kanté, que disputó 37 de los 38 partidos de la Premier con el campeón inglés. Su clásula actual es de 25 millones de euros y su impresionante temporada le ha convertido en una de las piezas más codiciadas del mercado. Han sido varios los clubes ingleses que han mostrado su intención de hacerse con los servicios del mediocentro. El presunto interés del Real Madrid podría animar aún más la pelea por este prometedor futbolista, clave en el título conseguido por el Leicester esta temporada.