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Futuro del club vigués

Un blindaje celeste de 425 millones de euros

Solo Levy Madinda y Pablo Hernández quedan libres en junio del próximo año

Un blindaje celeste de 425 millones de euros

Felipe Miñambres se mostró concluyente en su última comparecencia pública: las posibilidades de retener en nómina a Nolito para el próximo curso son, en el mejor de los casos, remotas ante el aluvión de clubes de primera línea dispuestos a pagar los 18 millones de euros estipulados en su cláusula de rescisión. El formidable rendimiento mostrado por el sanluqueño en sus tres temporadas en Balaídos, amplificado por su irrupción en el once titular de la selección española en una escaparate de tanto prestigio como al Eurocopa, han disparado la cotización del futbolista hasta el punto que el precio que el Celta exige por su libertad es considerado "barato" en relación al pelaje de los importantes clubes que suspiran por hacerse con sus servicios.

El blindaje de Nolito parece insuficiente, a pesar de que 18 millones no es poco para un jugador que frisa ya la treintena. El pasado invierno, en plena ofensiva del Barcelona por contratarlo, el Celta quiso renovarlo e incrementar su cláusula hasta los 25 millones pero un desacuerdo en la comisión de su representante frustró el acuerdo.

No es el caso de la mayor parte de los futbolistas del plantel. Casi todos ellos están protegidos con contratos de larga duración sellados con cláusulas de rescisión considerablemente superiores a su creciente cotización en el mercado.

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La mayor parte de la plantilla celeste tiene un mínimo de dos años de contrato con el conjunto celeste, lo que da la dirección deportiva un amplio margen de maniobra a la hora de ir apuntalando renovaciones. Solo Levy Madinda y Pablo Hernández, que concluyen contrato en junio del próximo año, corren cierta prisa. La situación de Madinda no está del todo clara. El gabonés no entra en los planes de Berizzo para el retorno del equipo a Europa. La idea es volver a cederlo, seguramente al Nástic, donde en los últimos meses ha podido disfrutar de los minutos que se le negaban en Balaídos. La disyuntiva es cederlo con extinción de contrato o bien renovarlo antes de cederlo. Ésta última opción parece la más probable teniendo en cuenta que se trata de un futbolista joven (23 años) y formado en la cantera de A Madroa que puede ser aprovechable en futuro no muy lejano.

Por lo que respecta a Hernández, uno de los jugadores importantes para Eduardo Berizzo, la intención del Celta es negociar la renovación de su contrato a la vuelta de las vacaciones.

Al mismo tiempo, en Plaza de España se ultiman los detalles para cerrar la renovación del defensa central Sergi Gómez, otro de los jóvenes de proyección, cuyo contrato finaliza en junio de 2018. Falta tan solo el acuerdo en la comisión que va a percibir su representante para que la continuidad de Gómez, que cuenta con una cláusula de rescisión más baja del plantel, sea una realidad. El nuevo contrato, de hecho, conlleva un incremento muy sustancial de la cláusula hasta equipararla a la de otros jugadores titulares.

El precio fijado en las cláusulas de rescisión de los jugadores del Celta oscila entre los seis millones de la más baja, en este caso de Sergi Gómez, y los 40 fijados en la del delantero antillano Claudio Beauvue, que en enero pasado se convirtió en el fichaje más caro de la presidencia de Carlos Mouriño.

Entre ambos extremos hay todo tipo de cantidades, desde los 7,5 millones de Planas y los 10 millones de jugadores que llevan ya un tiempo en nómina como Sergio Álvarez, Álex López o David Costas, a cantidades considerablemente más elevadas, como los 15 millones en que se ha fijado la libertad de titulares como Orellana, Pablo Hernández, Marcelo Díaz y Andreu Fontás o los 18 de Nolito.

En la parte más alta del escalafón se sitúan los canteranos Hugo Mallo, Josep, Señé y Rubén Blanco, con 20 millones cada uno; con 25 figuran los internacionales escandinavos John Guidetti y Daniel Wass y el recién fichado José Naranjo; y con 30 millones destacan Drazic y Aspas, ambos por debajo de Claudio Beauvue (40 millones).

Jonny, el único caso de cláusula progresiva

  • El lateral canterano Jonny Castro es el único jugador de la plantilla que cuenta con una cláusula de rescisión progresiva. El precio de su libertad se va incrementando a medida que va cumpliendo años de contrato. Después de su última renovación hace dos temporadas su cláusula se fijó en 12 millones; esta temporada su libertad costará 14 millones, 16 la próxima y 18 la siguiente, cifras considerables para un lateral, incluso de su proyección.Otra cláusula variable, aunque no progresiva es la de Gustavo Cabral. Después de su reciente renovación, el precio de rescindir el contrato del defensa central argentino ha quedado fijado en 10 millones para los equipos españoles y 14 para el resto.Tomadas en conjunto, las cláusulas de rescisión de los 24 jugadores del primer equipo en nómina, incluyendo los cedidos arrojan una cantidad global de 425,5 millones de euros, cantidad claramente superior al valor efectivo del plantel.

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