A expensas de que empiecen las eliminatorias directas, la Eurocopa de Francia está dejando en la fase de grupos una ristra de lamentables imágenes extradeportivas, primero como las peleas entre aficionados y, últimamente, con las bengalas que han aparecido en varios estadios y zonas para hinchas.

El más sorprendente de los incidentes con elementos pirotécnicos proscritos se registró en un espacio de aficionados (fan zone, en la jerga de la UEFA) de Niza el pasado miércoles al durante el partido entre Francia y Albania, en el que los locales vencieron por 2-0.

A pesar de las notables medidas de seguridad, desplegadas por la amenaza terrorista sobre la competición pero también para evitar más problemas entre hinchadas, un aficionado francés de origen albanés logró introducir una bengala en ese espacio habilitado para que los aficionados sigan los partidos en pantallas gigantes.

Lo hizo disimulando el artefacto en su propio recto, según informó el fiscal de Niza, Jean-Michel Prêtre, que señaló que la bengala medía 18 centímetros de largo y 4 de diámetro.

El aficionado, de 18 años, logró herirse a sí mismo y a otras dos personas antes de ser detenido por la policía. Será juzgado mañana, lunes, en comparecencia inmediata.

Aunque el capítulo de la bengala en el recto resulte el más chocante, el incidente más grave, al menos en lo deportivo, tuvo lugar en Saint-Etienne, durante el partido entre Croacia y la República checa.

El árbitro se vio obligado a detener el encuentro durante 6 minutos después de que los aficionados croatas lanzaran varias bengalas al campo, actitud que le ha valido a Croacia una investigación disciplinaria de la UEFA. Al término del encuentro, el seleccionador croata, Ante Cacic, lanzó un mensaje inequívoco: "No son seguidores, son terroristas del deporte", dijo.

El episodio de la tribuna croata, por el que se ha disculpado su federación, no ha sido el único de su tipo. Durante el partido entre España y Turquía (3-0) del pasado viernes en Niza se encendieron tres bengalas en la grada turca.

La UEFA comunicó ayer la apertura de procedimientos sancionadores contra las Federaciones de Hungría, Bélgica y Portugal por los comportamientos de sus aficiones durante los encuentros del sábado.

En el caso de los seguidores húngaros, la comisión de Control, Ética y Disciplina estudiará mañana el lanzamiento de objetos, encendido de bengalas y disturbios en las gradas durante el encuentro que disputó su selección frente a Islandia.

Bélgica también se expone a sanciones por encendido de bengalas y lanzamiento de objetos, en el encuentro frente a Irlanda, y Portugal por invasión de campo de un espectador, en el partido que jugó su selección contra Austria. En este último caso el espectador que se metió en el terreno de juego fue para hacerse una foto con Cristiano Ronaldo, petición que facilitó el jugador pidiendo a la seguridad que no lo echase.