José Luis Bouza (Tui, 1985) ha decidido retirarse de alta competición. Han sido catorce años en los que el canoísta del Kayak Tudense ha logrado dos medallas en el Campeonato del Mundo, cuatro en los de Europa sénior y otras dos en sub 23. Pero su implicación con el deporte continuará. Seguirá ayudando a su equipo en algunas pruebas de carácter nacional y ya ejerce como entrenador de las categorías inferiores. "El piragüismo ha sido una forma de vida desde los siete años. Nunca lo voy a dejar del todo", afirma. Los problemas en un hombro, del que fue operado varias veces, han sido también un factor determinante su decisión.

Una medalla de plata y otra de bronce en los mundiales de C-1 5.000 metros. Dos platas en la misma distancia en los europeos y dos bronces en C-1 1.000 metros son algunas de sus conquistas, a las que hay que añadir otras dos platas en C-1 1.000 metros en los Campeonatos de Europa sub-23. Inició su andadura internacional en 2002 en Zagreb. Allí fue noveno en C-2 500 metros. Su última regata fue en el pasado Campeonato del Mundo el pasado mes de agosto en Milán. Fue décimo en C-2 500 metros.

Bouza ha competido a nivel internacional de forma ininterrumpida desde 2002. Se inició en el piragüismo de la mano de su hermana a los siete años. Ana Bouza, también del Kayak Tudense, le animó a realizar una prueba. Y se quedó. De la mano de Esteban Alonso y Manuel Pedrares, sus entrenadores, ha desarrollado toda su carrera.

David Cal fue su gran rival. Coincidió en el tiempo con uno de los mejores a todos los niveles. Pero José Luis Bouza nunca se rindió. "No voy a descubrir la calidad de David. Creo que al final nos complementamos. Los dos mejoramos gracias a esa rivalidad en el agua. Siempre hemos tenido buena relación", afirma.