- Las últimas pruebas médicas realizadas a Escuredo confirman sus peores temores. Adiós a Río.

- Sí. La verdad es que estaba pendiente de las pruebas y tienen que operarle al final de la rodilla y con la operación ya no hay posibilidad de estar en Río.

- ¿Ya ha tenido tiempo de asumirlo, de mentalizarse?

- Siempre cuesta digerirlo, sobre todo después de tantos años luchando y preparándote, y al final se va todo al traste

- Ya había tenido que renunciar a los Juegos de Pekín, ¿duele más en esta ocasión?

- La verdad es que ahora me lo he tomado peor. Ahora más que nada siento impotencia, porque hacer algo así a propósito, que te puede matar, es más duro. Esta vez es más doloroso por cómo ha sido. Que alguien venga y que te arrebate tus opciones de esta manera es muy doloroso y hace que te preguntes cómo es posible que puedan pasar este tipo de cosas.

- Y Escuredo, ¿cómo está?

- Le está costando bastante recuperarse, no se mueve mucho aún. Está resignado, cabizbajo. Cuando más se acerque el día de la cita sentiremos más rabia al ver que no podemos estar ahí con los demás. Nuestro sueño era luchar por la medalla y eso es algo que nunca nadie nos va a devolver. Es duro hacerse a la idea de que no vamos a poder estar, sobre todo porque teníamos muchas ganas. Un deportista es ambicioso y lo que quiere es estar en todas las citas y luchando por medallas

- Ha descartado la opción de acudir con otro guía. ¿Cuál fue el motivo?

- La ambición en Río era máxima para mí y para España, que lleva un grupo de gente con opciones de luchar por las medallas. Y luego, a nivel personal, pues vienes de hacer medalla un montón de años y con cualquiera sería inviable, sobre todo en nuestras pruebas, que te piden unos tiempos que casi los hacen los absolutos. Tiene que ser un piloto experimentado, que sepa, que esté bien entrenado. Hace un año daría más tiempo de reaccionar, de probar con otra persona, pero ahora es inviable.

- ¿Y ahora? ¿Piensa ya en el futuro?

- La verdad es que en nuestro deporte, que es minoritario, todo gira en torno a los Juegos a nivel de becas y ayudas. Tenemos los Mundiales de año en año, pero lo más importante son los Juegos. Si ahora no estás dentro de un mes estás fuera del Plan ADO. Y en Galicia igual. La pérdida es infinita porque el año que viene hay que volver a empezar de cero otra vez, sin recursos. No solo se pierde la opción de estar en los Juegos, la oportunidad de luchar por una medalla, se pierde también mucho dinero en becas.

- ¿Y eso le hace plantearse no seguir?

- Sinceramente, ilusión sigo teniendo. Dependía un poco de él, pero en realidad es él el que está más animado que yo. Está con ganas, pero vamos a ver cómo se queda de la operación, cómo se recupera. Vamos a ir paso a paso.

- Toca entonces disfrutar del verano, un verano muy diferente al que tenía planificado.

- Pues sí, porque iba a estar en Barcelona dos meses y luego íbamos a ir a México para entrenar en altitud antes de los Juegos, y la cosa ahora ha cambiado radicalmente. Habrá que adaptarse y ya vendrán cosas buenas por hacer porque ya no hay marcha atrás, pero cambiar el chip es duro. Ahora toca pasarlo bien, disfrutar del verano. Y luego ya se verá.

- Cargar pilas con la familia es lo que toca ahora.

- Si. Son un gran apoyo. Tengo que agradecer también a Evaristo Portela y a Supermercados Froiz por seguir contando conmigo. Es algo que te halaga. Y, sobre todo, a la familia, que son los que sufren muchas veces y que están ahí pendientes. En los momentos difíciles es cuando más te das cuenta de la gente que está ahí cerca.