El Sevilla anunció ayer en su página web que su entrenador Unai Emery procederá "en el transcurso de la próxima semana a resolver unilateralmente la vinculación laboral con" el club hispalense, por lo que éste negociará la contratación del técnico argentino Jorge Sampaoli.

Emery, que negocia su fichaje por el Paris Saint-Germain, deberá abonar los dos millones de euros que estipula su contrato como cláusula de rescisión, y lo hará, según el comunicado difundido por el Sevilla, "debido a su voluntad de no continuar ejerciendo la función de entrenador".

"Una vez confirmada por el técnico vasco su decisión irrevocable de rescindir su contrato, el club ha iniciado contactos para suplir la baja del de Hondarribia", continúa el escrito, que informa de que "está previsto que Jorge Sampaoli llegue mañana[por hoy] a Sevilla para iniciar las conversaciones" para su incorporación al conjunto andaluz.

Jorge Luis Sampaoli, de 56 años, ha desarrollado su carrera como técnico básicamente en Chile, donde ganó tres ligas como entrenador del Universidad y se proclamó campeón de la Copa América en 2015 al frente de la selección andina.

Emery deja el Sevilla para iniciar una nueva aventura en el París Saint-Germain, donde sustituirá a Laurent Blanc, tras haber sido uno de los grandes artífices del exitoso trienio del club andaluz, en el que, a base de trabajo e ilusión, se erigió en el 'almirante' que condujo la nave sevillista de nuevo a la gloria.

Aunque duela, por cortar una segunda etapa de ensueño para el sevillismo tras la vivida en 2006 y 2007 con Juande Ramos, su marcha es consecuencia de los espectaculares éxitos del club en un trienio de ensueño, pero también es notorio que ha sorprendido, y mucho, a los seguidores del equipo de Nervión.

En especial, por la complicidad y la implicación con los futuros retos del Sevilla que el guipuzcoano exhibió abiertamente en la celebración de la tercera Liga Europa ganada hace apenas tres semanas en Basilea, y por su temperamental llamamiento a seguir con el sueño y a "ir a por la 'Champions'".

No lo tuvo fácil al principio Emery, pues fue muy cuestionado por la afición tras llegar mediada la liga 2012-13 -el equipo acabó noveno, pero accedió a Europa al ser excluidos Málaga y Rayo-.

Incluso, pese a los títulos ganados, un sector minoritario pero irreductible de sevillistas siempre se mostró muy crítico con Emery por algunos de sus planteamientos o sus malos resultados a domicilio -en la última campaña 2015-16 no ganó ningún partido fuera de casa en la Liga-.