A la selección española le gustan los buenos principios. Así al menos lo dice la historia, que ofrece una estadística prometedora: en los catorce partidos del debut en la Eurocopa, España ganó siete, empató cinco y sólo perdió uno. Otros datos abonan el optimismo ante el partido de mañana: la selección de Del Bosque no ha recibido ningún gol en los últimos ocho partidos oficiales y nunca ha perdido con la República Checa.

La selección española está en racha defensiva, sin ningún gol en contra en sus últimos ocho encuentros de competición oficial, un valor en los éxitos más recientes del equipo: 0-4 y 4-0 a Luxemburgo, 3-0 y 0-1 a Bielorrusia, 1-0 y 0-1 a Ucrania, 2-0 a Eslovaquia y 0-1 a Macedonia, en la fase de clasificación, configuran esa serie con la portería a cero del combinado español, con cinco variantes en su defensa, pero una zaga repetida en cuatro de esos ocho duelos (Juanfran, Sergio Ramos, Piqué y Jordi Alba).

España fue la segunda selección con menos goles en contra de toda la fase de clasificación de la Eurocopa 2016, con tres tantos, igualada con Inglaterra y sólo superada por Rumanía, que nada más encajó dos. El aspecto defensivo fue crucial para España cuando conquistó las dos últimas Eurocopas o el Mundial de Sudáfrica: en Austria y Suiza 2008 recibió tres goles; en Sudáfrica 2010, sólo dos en siete choques; y en Ucrania y Polonia 2012, un gol en seis partidos.

La de Francia será la decimocuarta participación de la selección española en una fase final de la Eurocopa, en la que sufrió una sola derrota en sus estrenos en el torneo, un 0-1 frente a Noruega en la edición del año 2000. Los dos últimas ediciones, que acabaron con la consecución del título, el inicio de España fue dispar: triunfo en 2008 (4-1 a Rusia) y empate en 2012 (1-1 frente a Italia).

España nunca ha perdido frente a la República Checa, con la que enlaza tres triunfos consecutivos, aunque contando su precedente de Checoslovaquia está todo equilibrado en los 16 enfrentamientos entre ambas selecciones.