El británico Lewis Hamilton (Mercedes), vigente campeón del mundo, había prometido homenajear al recientemente fallecido Muhammad Ali en el Gran Premio de Canadá. Y aprovechó la primera oportunidad para hacerlo, consiguiendo ayer el mejor tiempo en el circuito semiurbano de Montreal.

Ganador hace dos semanas en Mónaco, Hamilton lanzó un directo en su primer intento de la Q3 que noqueaba a todos sus rivales para hacerse con la quincuagésima tercera pole de su carrera y la cuarta consecutiva del curso actual. Rosberg, su compañero y todavía líder del campeonato gracias a la renta lograda con sus cuatro victorias iniciales, saldrá segundo; con el alemán Vettel (Ferrari) y el australiano Ricciardo (Red Bull) ocupando la segundo línea de la parrilla.

Más atrás, pero sin opciones mecánicas para estar más adelante, se situaba el español Fernando Alonso, que de nuevo lograba colarse en la Q3 con el McLaren aunque en ella no pasaba de la décima plaza. El circuito de Montreal, corto y rápido, penaliza la falta de potencia del propulsor Honda, que por lo visto ayer sigue a un mundo de los Mercedes, Ferrari y Red Bull a pesar de las mejoras en el turbo y del nuevo combustible. El bicampeón asturiano se quedó a segundo y medio del crono de Hamilton, superando una vez más a su compañero de garaje el británico Jenson Button, que tomará la salida inmediatamente por detrás suyo.

"Esta vez creo que ha sido una sorpresa, porque no esperábamos estar en la Q3", explicó Alonso tras la sesión de calificación en Montreal, donde ganó en 2006 con Renault y fue segundo en 2013 con Ferrari, escudería con la que en 2010 también subió al podio, al acabar tercero. "Estoy contento por estar en la Q3, a ver si ahora se da bien la carrera". "La estrategia será atacar, atacar y atacar. No tenemos nada que perder y lo principal será disfrutar en carrera", manifestó Alonso, que afronta la segunda temporada de su segundo periplo en McLaren, escudería para la que ya pilotó en 2007.

"Seguramente coger puntos será caro, pero si nos mantenemos en pista igual nos puede ir bien", advirtió el español, que firmó un brillante quinto puesto, hace dos domingos, en Mónaco. "La verdad es que no esperábamos ir tan rápido en la Q2 y quedar por delante de un Force India. Mañana (por hoy) nos espera una carrera súper-dura", manifestó el español.

Peor aún le fueron las cosas a Carlos Sainz (Toro Rosso), decimosexto. El madrileño apuró tanto durante la segunda criba la salida de la chicane que las ruedas derechas de su monoplaza rozaron en demasía el "muro de los campeones" en la entrada de la recta de meta. El monoplaza perdió la dirección y tuvo que ser sacado por la grúa, interrumpiendo unos minutos la sesión al señalarse bandera roja en pista. El piloto madrileño, que ve "una oportunidad" el hecho de partir tan atrás, saldrá desde la decimoquinta posición de la parrilla tras verse beneficiado por la sanción impuesta a Daniil Kvyat, quien retrocede tres posiciones después de un choque con Kevin Magnussen en el Gran Premio de Mónaco.

Rosberg llega a esta séptima cita de la temporada al frente de la general del campeonato con 106 puntos, por delante de Hamilton (88), Ricciardo (66), Raikkonen (61) y Vettel (60).

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