El judoca vigués Pedro Alonso ha sido dos veces campeón del mundo y otras tantas subcampeón, pero jamás había afrontado "con tantas ganas" una competición como la que le espera en poco más de una semana. Forma parte de la primera selección española de judo master de la historia, que debutará en el Campeonato de Europa de Porec (Croacia) del 22 al 26 de junio. Un conjunto integrado por siete veteranos de diversos puntos del país que cuenta con el apoyo de la federación nacional, insuficiente para afrontar los gastos del viaje. Por eso trata de recaudar fondos a través de internet.

A falta de seis días para culminar su campaña de crowdfunding a través de la web www.apontoque.com, el combinado nacional ha reunido 840 de los 2.250 euros que necesita.

La cantidad es infinitamente menor a la ilusión de sus miembros. "Estamos acostumbrados a trabajar de forma individual. Aquí es otra historia. Lo vivimos con una gran responsabilidad, por lo que representamos y por el hito histórico que supone. Tenemos la sensación de que abrimos una puerta y de que habrá un antes y un después de la primera selección nacional master", explica.

El equipo trabaja con "muy buenas sensaciones", afirma. A la nutrida lista de títulos que acumulan sus integrantes se suma un trabajo intenso en los ratos libres. "Estoy entrenando como nunca", afirma Alonso, que combina su adiestramiento en el club Famu de Frutos con su actividad profesional como inspector jefe de la Policía Local de Baiona. "Somos un equipo potente y podemos lograr grandes resultados. Los rusos y los franceses tienen la hegemonía en Europa, pero les hemos ganado en el mundial de Amsterdam", argumenta.

Fue precisamente en dicho campeonato, el pasado octubre, en el que Alonso logró por segunda vez la medalla de oro internacional en su categoría -menos de 73 kilos de peso-. La primera la obtuvo en 2013, en el mundial de policías y bomberos de Belfast. Consiguió las de plata en 2012 y 2014 y diversos títulos nacionales a lo largo de su corta trayectoria en los tatamis.

Tan solo lleva siete años de competición. Aunque se inició en el judo en plena adolescencia, en los años 70, y recorrió Europa en busca de formación, el deportista vigués se vio obligado a abandonar los tatamis para atender sus obligaciones familiares y laborales. Regresó en 2009 y, desde entonces ,no ha parado de cosechar éxitos.