El aumento de precios que el Celta ha aplicado a sus abonos aduciendo motivos de competitividad no ha descorazonado a la afición celeste, que afronta ilusionada la temporada del regreso del equipo a la UEFA Europa League. Las taquillas de Balaídos registraron hoy las primeras colas para la renovación de los abonos. Desde las nueve de la mañana, decenas de aficionados guardaron cola para renovar su compromiso con el club e informarse sobre las novedades de la campaña, que esta temporada introduce dos modalidades de carné: básico, que incluye la Liga y la Copa del Rey y total, que da derecho a asistir también a los partidos europeos. El celtismo parece haber asumido con resignación el incremento de precios implementado por el club, de entre el 10 y el 17 por ciento en función de la modalidad de abono elegida.

La subida de precios, que ha sido acogida con recelo por una parte de la masa social en plena remodelación del estadio, centró las conversaciones en las colas.